Los abusos del papado a comienzos de la Edad Moderna provocaron la reacción reformista encarnada en la figura de Martín Lutero. La idea del mal incardinado en la iglesia y que el anticristo era el mismísimo Papa de Roma va a germinar en la publicación de numerosas estampas que a continuación analizamos.
Erhard Schön, "El demonio tocando la gaita" (1530).
Esta es una de las imágenes más llamativas dentro del enorme número de grabados dirigidos por lo reformadores contra la iglesia católica de Roma. La imagen del demonio con un monje posado en sus hombros, a través de cuyas orejas y nariz toca su canción, tiene un componente lascivo, por la frecuente asociación de las gaitas con la lujuria. La idea de que los monjes fueron los instrumentos del diablo fue común y aparecen numerosas xilografías con esta idea. Scribner ha comentado que la enorme popularidad de estos grabados podía estar asociada con un proverbio que une a los monjes con el demonio, un dicho habitual antes de la reforma. La imagen contiene un texto de ocho líneas en la parte inferior derecha, en la cual el demonio se lamenta de una era pasada, presumiblemente anterior a las actividades de los reformadores, cuando el era capaz de tocar su gaita; aunque está seguro de que la naturaleza pecaminosa del hombre pondrá fin a su pena.
Existe una xilografía del siglo XVI que es copia de ésta y que contiene un texto de 21 líneas. También expresa un sentimiento anticatólico en su descripción del diablo, el cual se infiltró en todas las órdenes monásticas en su búsqueda por un clérigo poco escrupuloso, hasta que en por fin encontró la "nariz del fraile" la cual transformó en su instrumento. La gran circulación de estas imágenes quizá pudo haber hecho posible que una copia de ella pudiera haber sido también usada como una potente herramienta contra los reformadores, y se ha sugerido que esta imagen pudo haber sido empleada como una caricatura del Lutero puesto que él mismo fue también un monje; no obstante, no hay ningún grabado conocido que contenga un texto antiluterano.
Erhard Schön, "Sátira contra el clero: la lamentación de Dios por su viña" (1532).
Este grabado es un ejemplo del tipo didáctico de propaganda usado por los reformadores el cual utilizaron para reeducar al público. Los versos de Hans Sachs que lo acompañan comienzan así: “Escucha hombre, como Dios se lamenta por su gente”. El poema es una gran queja escrita en la forma de una comparación bíblica del mundo como una viña, ahora arruinada por la poca agua que le llega y las bestias salvajes de la idolatría que la habitan. La xilografía está dividida en dos secciones bien contrastadas. A la izquierda, predicadores evangélicos adoctrinan a una congregación con las siguientes palabras: “Benditos sean aquellos que escuchan la palabra de Dios, y la toman, y actúan de acuerdo con ella”. Señala al Cristo crucificado que cuelga de un viñedo junto a una fuente de agua, la cual representa las aguas del bautismo. A la derecha del dibujo, la viña es cultivada por el Papa y varios monjes; los árboles han sido adornados con objetos de devoción católica y están todos muertos. Dios aparece en el centro de la imagen, emprendiendo una acción vigorosa con una azada, para desenraizar los árboles muertos; está asistido por ángeles que lanzan la madera muerta a un fuego. Los monjes jardineros son enviados hacia una valla, y un ser parecido a Cervero guarda la puerta para prevenir su retorno.
Hans Sebald Beham, "El descendimiento del Papa al infierno" (1524)
Este grabado se inserta dentro de la imaginería de las procesiones de carnaval de Nuremberg, Beham retrata la iglesia católica y su clero en camino hacia el infierno. Todos apretados, tras un carruaje impulsado por el Papa, su destino parece cierto: el infierno está ya repleto de clérigos, mientras los demonios azuzan las llamas de la perdición junto a ellos. La xilografía es efectiva ya que combina significados de dos tradiciones culturales. La moraleja de la imagen es claramente religiosa en lo que a inspiración respecta y además viene acompañada del texto de "Isaias" 14: 1-27 que explica el significado al observador. Pero la dinámica de la imagen –esta marcha forzada al infierno- no puede ser completamente apreciada sin el conocimiento de las procesiones de carnaval tan comunes en ciudades como el Nuremberg de Beham.
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