¿Cómo un músico puede variar tanto de género musical en algo más de una década? Que me lo expliquen. Los ávidos de nuevas experiencias seguro que degustarán este trabajo.
"The Philosopher´s Stone" es un trabajo de Der Blutharsch editado en WKN (Ref: CDXXWKN29) en Septiembre de 2007. Interpretado por Marthynna como vocalista, teclista y percusionista & Jorg B. como guitarrista y bajista & Bain Wolfkind como vocalista, guitarrista y percusionista & Albin Julius como vocalista, teclista y percusionista & Christine K. como clarinetista & Matt Howden como violinista desde Austria y se centra en el estilo Dark Rock y tiene una duración de 55,50 minutos. Enlaces Relacionados:Der Blutharsch & Tesco Valoración: 7 sobre 10
A veces uno se queda un tanto perplejo al observar que en algo más de una década un músico pueda variar tanto de estilo en sus composiciones. Primero fue The Moon Lay Hidden Beneath a Cloud ya entrados los ’90, en donde para mi Albin Julius con su compañera de grupo por aquel entonces, Albeth, produjeron lo mejor que se ha hecho en el terreno del medievalismo más oscuro, sin que haya habido grupo hasta la fecha que les haya superado en este campo. Después vino la ruptura de TMLHBAC para dar paso al nuevo proyecto de Albin Julius con Klaus Hilger, Der Blutharsch, que no tuvo réplica por parte de su compañera Albeth que, tras muchas promesas de volver a la escena, jamás retornó a la senda de la composición musical.
Los comienzos de Der Blutharsch a finales de los noventa supusieron un giro a su producción anterior para dar paso a una música de marcadísimas connotaciones marciales como pudo observarse en gran parte de su producción, aunque hubo algunas excepciones de corte más neofolk salpicadas en alguno de sus trabajos. Hay que mencionar que fue también importante la aparición de Marthynna en el grupo, suponiendo una leve inflexión en su producción. Finalmente, en 2006, cansado de tanto aporreo militroncho, Julius decide dar una vuelta de tuerca a su música acercándose nada menos que al rock’n’roll. Esto lo pudimos ver en la reseña de "What Did Wonderland End?" publicada en estas páginas virtuales de Mentenebre en 2006. Allí veíamos una originalísima aproximación al mundo del rock, con su consabida guitarra eléctrica, bajo y batería pero con unos tintes decadentes que lo hacían de lo más original. Allí había grandes temas e incluso una versión de Death in June. Fue toda una sorpresa. Y a finales de 2007 aparece este "The Philosopher’s Stone", que viene a continuar en la línea rockera de su citado anterior trabajo, y del que vamos a dar cuenta en las líneas siguientes.
Para empezar, el concepto tratado en este álbum es muy interesante, nada menos que el mito de la piedra filosofal, que en las ciencias alquímicas se consideraba que era un material capaz de transformar los metales en oro y que incluso podía devolver la juventud a quien la poseía y, más allá, podía convertirlo en inmortal. Pero Julius y compañía nos dejan como siempre con la miel en los labios: ni las canciones tienen título ni el libreto contiene las letras de las mismas.
En esta tesitura no nos queda más remedio que analizar las canciones desde un punto de vista puramente musical. He de admitir que en las primeras escuchas de este CD me resultó algo anodino, sin ningún tema que me tocara la fibra especialmente. Después de varias escuchas más he podido apreciar algunos temas que destacan sobre otros, tal es el caso del segundo, del quinto y del primer fragmento del octavo tema, que está dividido en tres piezas. Me han gustado más los temas que interpreta Marthynna en general, es una voz muy evocadora que contrasta con la densa atmósfera plagada de graves generada por el bajo y la guitarra, aunque tampoco la aportación vocal de Bain Wolfkind hay que dejarla de lado, gutural y profunda, contribuye mucho a un ambiente sórdido en algunas canciones.
El tema de la clasificación musical de este tipo de trabajos es complejo. Si es cierto que alberga los componentes clásicos de la música rock, pero su sonido es muy particular. Tiene un toque denso, pesado, y las melodías son bastante planas, con un cierto toque de solemnidad. Contiene algo de electrónica, en pequeñas dosis, cosa lógica por otra parte en los tiempos que corren. Para hacerse una idea del ambiente del disco se me viene a la cabeza el "Hatesville" de Boyd Rice, aunque en este trabajo Boyd tira mucho de un humor negro que no se encuentra para nada en Der Blutharsch.
Como nota informativa hay que señalar la participación del violinista Matt Howden (véanse las reseñas de su proyecto Sieben), cuya aportación es casi testimonial, en el segundo pasaje del tema octavo. Repite actuación ya que también participó en "What Did Wonderland End?". Supongo que se deberá a lazos de amistad pues su contribución al disco es ínfima.
Un álbum para gente sin demasiados prejuicios a la hora de escuchar música de difícil clasificación. No es suficientemente rock como para atraer a los viejos rockeros ni suficientemente marcial como para encandilar a los primitivos seguidores del grupo. A mi juicio "What Did Wonderland End?" tenía más gracia que este, pero supongo que es cuestión de gustos.
Para empezar, el concepto tratado en este álbum es muy interesante, nada menos que el mito de la piedra filosofal, que en las ciencias alquímicas se consideraba que era un material capaz de transformar los metales en oro y que incluso podía devolver la juventud a quien la poseía y, más allá, podía convertirlo en inmortal. Pero 
