Mezcla de cine de vampiros y de cine dentro del cine, esta película cuenta con uno de los argumentos más originales de los últimos tiempos, en el que se combina de manera magistral la realidad con la fantasía. ¿Quién nos dice que el rodaje aquí descrito, que fue real, no sucedió exactamente así?
"La sombra del vampiro" dirigida por E.Elias Merhige con la distribución de Filmax Home Video y presentada 2000. Interpretada por Willem Dafoe como Max Schreck & John Malkovich como F.W. Murnau & Udo Kier como Albin Grau & Cary Elwes como Fritz Wagner & Catherine McCormack como Greta Schroeder & Eddie Izzard como Gustav von Wanderheim & John Aden Gillet como Henrick Galeen & Ronan Vibert como Wolgang Müller desde Estados Unidos y pertenece al género Terror , tiene una duración de 87,40 minutos. Enlaces Relacionados:La sombra del vampiro & Filmax Home Video Valoración: 8 sobre 10
La acción de la película nos traslada a 1921, al momento en que el director alemán F.W Murnau está rodando una película que pretende ser la más auténtica de las realizadas hasta la fecha. Murnau pretende realizar una adaptación de la nóvela "Drácula", que el escritor Bram Stoker publicara veinticuatro años antes, pero para evitar la segura confrontación con Florence Stoker, viuda del escritor y celosísima guardiana de los derechos de la obra de éste, pretender darle un aire diferente a la película. Para ello abandona Berlín en busca del actor ideal para interpretar el papel principal del film, cuyo título, por aquello de los derechos, es Nosferatu.
En un momento del rodaje, y ante la sorpresa de actores, equipo técnico y productor, Murnau les anuncia que van a trasladarse todos hasta un recóndito lugar de Centroeuropa, pues allí les aguarda el actor que va a interpretar el papel principal. También les anuncia que Max Schreck, el susodicho, es un individuo de carácter un tanto especial, que lleva su vocación artística hasta extremos nunca antes conocidos y que se sumerje en el personaje que va a interpretar de una manera increíblemente asombrosa, fruto de las enseñanzas del mítico Stanislavsky, con quien al parecer Schreck se formó como actor.
Al poco tiempo de llegar los miembros del equipo al lugar donde van a continuar el rodaje nos daremos cuenta que esa historia es mentira. Max Schreck no es un actor; es un vampiro auténtico, contratado por Murnau para actuar en la película a cambio de ofrecerle como pago la vida de la actriz principal de la misma. Aunque una de las claúsulas del acuerdo es que el vampiro no ataque a los miembros del equipo durante el rodaje, evidentemente eso es algo que Schreck es incapaz de cumplir, convirtiendo el ambiente de la producción en un mar de tensiones cada vez más fuertes.
Horrorizado ante el cariz que va tomando la situación, Murnau confiesa lo que ha hecho al productor y al cámara. Entre los tres urden un plan para acabar con el vampiro, que consistirá en inyectar morfina a la actriz principal antes del rodaje de la última escena, confiando en que al morderla el vampiro éste quedase atontado y pudieran acabar con él sin peligro. El monstruo cae en la trampa, pero reacciona a los efectos de la morfina cuando están a punto de exponerlo al sol y corta la cadena que abría la única vía de comunicación desde el lugar de rodaje al exterior. Furioso, asesina al productor y al cámara, mientras que un enajenado Murnau no deja de rodar y rodar con la cámara, sin detenerse ni siquiera cuando el resto del equipo abre la puerta y la luz del sol consume al vampiro.
Este es el resumen del argumento de La sombra del vampiro, película que en el año 2000 dirigió el neoyorkino E.Elias Merhige, y que contó, entre otros, con la interverción de dos excelentes actores como son John Malkovich y Willem Dafoe, quienes realizan aquí dos de sus más brillantes interpretaciones de los últimos tiempos, el primero como el obsesivo director de la película y el segundo como el aterrador vampiro que se erige en protagonista principal. El argumento de La sombra del vampiro parte de lo que, evidentemente, fue un hecho cierto, como el rodaje de la película Nosferatu, para a partir de ahí jugar con la misteriosa personalidad del actor que interpretó en su día el papel principal y construir un híbrido entre el cine de terror y el cine que muestra como se trabaja detrás de las cámaras.
Hay quien piensa que este experimento resultó fallido. Yo no estoy de acuerdo; para mí la película alcanza momentos de gran intensidad emocional, combinados con una interesante mirada hacia aquellos momentos en los que el trabajo cinematográfico era prácticamente algo artesanal, llevado a cabo por personas a las que realmente les apasionaba su trabajo. Creo también que la destacada labor de reconstrucción de época y que determinados juegos de cámara, como el uso del blanco y negro y del movimiento acelerado en algunos momentos, facilitan la inmersión del espectador en el ambiente de los locos años veinte, aquella frenética época de ingenuidad y decadencia. Esta inmersión es fundamental para disfrutar como es debido todo lo que ofrece La sombra del vampiro.
Fantásticas son las escenas que comparten Willem Dafoe y John Malkovich, en las que ambos dan un auténtico recital como actores. La tensión entre los dos personajes, el director y su conflictivo actor principal, traspasa la pantalla gracias a la portentosa interpretación de ambos. Magnífico también el veterano Udo Kier, en el papel del productor de la película, así como Catherine McCormick en el de la estrella femenina. La película en general destila un sutil aire de elegancia, ya desde sus créditos art-decó, que la distancian notablemente del cine de vampiros de los últimos tiempos y del cine de terror en general, por lo que creo que se merece un lugar especial en la videoteca de cualquier aficionado. Hay numerosos detalles que no son sino un homenaje a la película original, como cuando el personaje del guionista exclama, en un momento determinado del film, "aquí comienza nuestra sinfonía de los horrores" ( para los más despistados recordaré que el subtítulo de la película dirigida en 1921 por Murnau era, en alemán, algo así como "una sinfonía del horror" ). Por este detalle, y por muchos otros, como la breve mirada al modo en que Murnau pasa su tiempo libre o a la turbia relación entre el director y la estrella femenina, esta película merece, como ya he dicho, una atención especial.
En cuanto al dvd en sí, os comentaré que viene bastante cargadito de extras; entrevistas a los actores y a la maquilladora ( la verdad que el maquillaje de Willem Dafoe es espectacular ), trailer, anuncio para la TV, making off, etc. Lamentablemente, todos ellos son muy breves; el making off apenas pasa de los cuatro minutos y las entrevistas están entre el minuto y el minuto y medio, pero aún así merecen la pena. El audio está disponible en castellano e inglés y los subtítulos en castellano, inglés y portugués. La zona regional del dvd es la 2. La presentación es bastante funcional, sin grandes ostentaciones, y debido a los años que han pasado ya desde su lanzamiento en dvd, es bastante fácil conseguirla a un precio muy asequible.
En un momento del rodaje, y ante la sorpresa de actores, equipo técnico y productor, 
Hay quien piensa que este experimento resultó fallido. Yo no estoy de acuerdo; para mí la película alcanza momentos de gran intensidad emocional, combinados con una interesante mirada hacia aquellos momentos en los que el trabajo cinematográfico era prácticamente algo artesanal, llevado a cabo por personas a las que realmente les apasionaba su trabajo. Creo también que la destacada labor de reconstrucción de época y que determinados juegos de cámara, como el uso del blanco y negro y del movimiento acelerado en algunos momentos, facilitan la inmersión del espectador en el ambiente de los locos años veinte, aquella frenética época de ingenuidad y decadencia. Esta inmersión es fundamental para disfrutar como es debido todo lo que ofrece 
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