Los Tragic Black están de vuelta con un nuevo disco que ahonda más en sus raíces deathrock, dejando de lado los experimentos electrónicos de su anterior trabajo.
"The Cold Caress" es un trabajo de Tragic Black editado en Strobelight Records (Ref: STROB 030) en Agosto de 2007. Interpretado por Vision como cantante & Seputus a la batería & Vyle en el bajo & Jesse James como guitarrista desde Estados Unidos y se centra en el estilo Death Rock y tiene una duración de 55,45 minutos. Enlaces Relacionados:Tragic Black & Strobelight Records Valoración: 8 sobre 10
Tengo que confesar que me acerqué a este nuevo disco de Tragic Black con cierta prevención. Su conocido gusto por mezclar géneros musicales muy contrapuestos entre sí encendió las alarmas en mi mente, tan tendente a clasificar las cosas dentro de categorías, a veces, excesivamente limitadas. Su estilo musical de base, el deathrock, admite bastante mal la mezcla con otros estilos, como la electrónica, sobre todo si esa mezcla se hace de la forma en que Tragic Black lo hizo con algunos temas de su anterior trabajo. Total, que mi prevención contra "The Cold Caress" era máxima.
Mis prejuicios empezaron a tambalearse al ver la portada del disco; sobria y fría, muestra un paisaje nevado y presidido por un funesto aire de desolación. Los cimientos de esos prejuicios empezaron a sacudirse con fuerza cuando hojeé el libreto del cd, en el que se muestra a unos Tragic Black con una estética en la que el color negro predomina, olvidando la tendencia colorístico-circense de la imagen adoptada en el anterior disco. Pero cuando mis injustos prejuicios se derrumbaron y cayeron estrepitosamente al suelo fue cuando empecé a escuchar el cd...
Me encontré ante un magnífico trabajo del mejor deathrock californiano ( y eso que Tragic Black son de Salt Lake City, Utah, no de Los Angeles, California ). Lejos quedan ya esos experimentos con la electrónica rammsteiniana o marilynmansoniera; ahora sólo tenemos guitarras afiladas, bajos tortuosos, ritmos machacones y desquiciados y voz chillona y enloquecida. Pero Tragic Black no serían los que son si no hubieran dado algo de cancha a los toques electrónicos que siempre les han caracterizado; sin embargo, en esta ocasión están en un muy segundo plano y, en las escasas ocasiones en que pasan a un primer lugar ( 'Missing Miles', 'Sink In' ) lo hacen con gran elegancia y un sorprendente buen gusto.
Otra curiosidad, que da muestra de la cultura musical de estos estadounidenses, es la versión que hacen de 'Reptile', un tema de los australianos The Church, una de las puntas de lanza de la new wave de los ochenta. Una idea de agradecer y que no deja de sorprender...
El sonido de "The Cold Caress" es bastante compacto; quizá la mayor pega que tiene es que muchas de las canciones, sobre todo las primeras, se parecen demasiado entre sí. Se echa de menos algún corte como el imprescindible 'Mad Hatter', que en buena parte salvaba los muebles del anterior disco. El nivel general es excelente, pero el individual, canción a canción, es quizá un poco plano. En una primera pasada destacaría por ejemplo 'Missing Miles', por lo que tiene de diferente; su sofisticada electrónica la hace sonar mucho más darkwave que deathrock. También me quedo con 'Seashell Radio', acelerada y furiosa, toda una explosión de adrenalina que se ve continuada por la densa y espesa 'Schneid das Blau'.
También me gusta 'Aparicion' y su ortodoxia estilística, perfecta para una buena sesión de deathrock en tu discoteca habitual. Los teclados juegan un papel fundamental en 'Red Lights Dance'; su melodía es, cuando la guitarra y el bajo callan, oscuramente lisérgica y relajante, tenebrosa como pocas en este disco. Bueno, pensándolo mejor, quizá también los teclados de 'June's Dying' puedan estar a la altura de los de este tema en cuanto a tenebrismo... Del resto de canciones, por destacar alguna, me quedo con las ortodoxas 'Blood n' Bones' y 'The Cold Caress', mucho más retorcida la primera que la segunda pero ambas igual de disfrutables.
"The Cold Caress" es, a mi juicio, un buen disco. Aunque carece de grandes canciones, como ocurría con el anterior "The Decadent Requiem", también carece de grandes horrores ( de hecho creo que no hay ninguna basura ), como igualmente ocurría en ese disco. Ideal para los amantes del deathrock que no tengan miedo a la, aunque sea mínima, experimentación y mezcla con otros géneros.