Bain Wolfkind, ese viejo lobo de mar, está de regreso en los estudios. Nos presenta su cuarta y siempre grisácea producción intitulada "Wasteland".
"Wasteland" es un trabajo de Bain Wolfkind editado en Hau Ruck! (Ref: HR!86) en Julio de 2007. Interpretado por Bain Wolfkind como voz, guitarra, órgano y percusión & Kriss Hades como guitarra & Nicholas Strike como guitarrista y órgano desde Australia y se centra en el estilo Postindustrial y tiene una duración de 10,38 minutos. Enlaces Relacionados:Bain Wolfkind & Hau Ruck! Valoración: 7.5 sobre 10
El artista que nos compete esta ocasión, Bain Wolfkind, es sumamente conocido en el mundo del Neofolk, pero en un segundo plano puesto que su participación queda supeditada a guitarrista en la legendaria agrupación Der Blutharsch obnubilado a veces por la figura de Albin Julius, un personaje por demás raro y enigmático. Afortunadamente para Bain no toda su energía es absorbida por ese proyecto sino que le quedan las suficientes fuerzas como para emprender no sólo uno sino tres proyectos diferentes: uno de ellos es este del cual estamos hablando, el otro es Novo Homo y el tercero es el Fragola Nera, donde participa el mentado Albin. En cuanto a la cuestión de álbumes, en este último proyecto sólo tenemos la edición de un ep 7" llamado "SPQR", mientras que con Novo Homo, proyecto exclusivamente de Bain, encontramos "In Some Brutal Way He Was An Artist", un vinilo 10" y el disco de larga duración "Private Hell". Probablemente, de entre todos esos proyectos alternos mi favorito sería éste. Notando cierta similitud entre Bain Wolfkind y Novo Homo, me agrada mucho más el carácter psicodélico, íntimo y blueseado del primero. Con él ha lanzado a la venta cuatro producciones: la primera es el vinilo "Love Letters", el fantástico "Music for Lovers & Gangsters", el "Confidential Report" y el maxi "Wasteland". La cercanía entre Bain y el sello HauRuck! es sorprendente, ya que este último le ha editado todos los álbumes de todos los proyectos que hemos mencionado e incluso no se puede establecer diferencia notoria entre el sello y Bain, porque pareciera que uno le pertenece al otro en una simbiosis completa. Esta conexión siamesa sin duda nos ha dado muchas satisfacciones y esperemos que la esta costumbre perdure por mucho más tiempo.
En cuanto a "Wasteland", notamos muchos elementos de producciones anteriores. La concepción del artista de la música como un jazz/blues sumamente drogado pero finamente orquestado, con unas letras decadentes pero cargadas de poesía al estilo Jim Morrison y de Charles Bukowski nos remiten a un rock setentero. La portada nos dice mucho más de lo que podríamos pensar: nos muestra a un tipo deseoso de algo, ensimismado y con un hartazgo total. El cigarrillo en la boca y los cabellos alborotados son muestra de un estilo de vida de abandono, donde las posesiones materiales no tienen mayor importancia. Se vive sólo hoy sin importar lo demás. El brazo es lo más distintivo puesto que muestra que el tipo desea despertar, establecer contacto con el espíritu del Mojo Rising; descipción que vale igualmente para las cuatro canciones incluidas en este maxi, donde el slide de la guitarra al más puro estilo del blues de antaño le da el toque hipnótico. Este estilo de rasgueo, tan poco utilizado hoy en día, habla del estilo de rockero de antaño que Bain conserva y admira; no es coincidencia que en sus anteriores producciones le veamos como un Elvis decadente, como un jazzman callejero que gusta del whisky, de los cigarros y de la compañía de mujeres, sin otra cosa más en que pensar. Armónicamente las cuatro canciones son estupendas, pero destacan 'Butcher´s Daughter', donde la guitarra y la voz a medio tono impregnan el ambiente de una nube densa de humo de cigarrillo y 'Hang Me High From That Tree' , que va en el mismo sentido que la anterior canción, con muchísimo slide que mece y adormece la mente como si se hubiera tomado un alucinógeno.
Es éste un rock un tanto sicodélico, con una carga importante de viejas leyendas urbanas y carente de cualquier tipo sofisticación. Una producción que obliga a quien la escucha a investigar los anteriores trabajos de este artista quien, irónicamente, innova retomando cosas del pasado. Poesía maldita hecha música o música maldita queriendo mutar en poesía. Sea como fuere, "Wasteland" es rítmicamente delicioso, gris, opaco y pesimista pero con mucho de eso que llaman "feeling".
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