Con Kremasta Nera, Ataraxia cierra el círculo de casi la perfección absoluta creando un disco con matices sonoros de lo más variado, demostrando su dominio en la música ambiental mas neo-clásica, medieval, barroca, y étnica donde los papeles más importantes son tomados por las bases de guitaras acústicas de Vittorio y la compleja y personal voz de Francesca.
"Kremasta Nera" es un trabajo de Ataraxia editado en Ark Records (Ref: ARK011) en Abril de 2007. Interpretado por Francesca Nicoli como vocalista & Vittorio Vandelli como guitarra acustica y chitarra battente & Giovanni Pagliari en los teclados & Riccardo Spaggiari en las percusiones desde Italia y navega entre los estilos Ritual & Ethereal & Medieval & Ambient & Ethnic y tiene una duración de 74,21 minutos. Enlaces Relacionados:Ataraxia & MySpace & Ark Records Valoración: 8.5 sobre 10
Detrás de la búsqueda del equilibrio emocional a través de la disminución de nuestras pasiones, deseos y la fortaleza del alma frente a la adversidad, se encuentra la palabra Ataraxia. Pero, para otros muchos, tan sólo nos recordará a Francesca Nicoli, Vittorio Vandelli, Giovanni Pagliari, y Riccardo Spaggiari, componentes de una de las bandas actuales más consolidadas de tintes medievales y barrocos. Creo que no sería descabellado equiparar la trayectoria de Ataraxia, su fama, su evolución, y su nivel de apoyo a la escena, con la legendaria Dead Can Dance, y aún más, si cabe, a juzgar por este último disco que a continuación comentaré, “Kremasta Nera”, que desde ahora mismo adelanto que es una joya que no puede pasar desapercibida.
Con el paso del tiempo, Ataraxia ha sabido ganarse un lugar y un respeto entre el público y crítica, ha conseguido trabajos realmente buenos, llenos de originalidad, y calidad. Ha sabido moverse entre bastidores y trabajar duro, grabando 19 discos desde 1994, y realizando otros proyectos paralelos y colaboraciones, cada uno de ellos más experimentado y evolucionado que los anteriores. He de reconocer que nunca he sido un ferviente seguidor de la banda, sí es cierto que he escuchado algo y en algunas ocasiones gratamente, pero quizá porque sus inicios fueron marcados por una tendencia más medieval, Ataraxia nunca logró convencerme del todo. Sin embargo, después de la escucha de “Kremasta Nera”, Ataraxia ha sabido conquistar mi corazón en todas y cada una de las pistas de este disco. La variedad de ambientes, de sonidos, instrumentos, influencias, consiguen fácilmente invitarte a cerrar los ojos para que ninguna nota, ningún pasaje vocal, ningún golpe de percusión, te deje indiferente.
“Kremasta Nera” se distribuye en digipack, bajo el sello Ark Records, con un libreto de 16 paginas ilustradas. Ataraxia no se conforma con crear música interesante y emotiva, si no que sus letras giran en torno a un tema conceptual. En este caso se basaron en la isla de Samotracia, situada en Grecia, un remoto lugar regido en algún incierto pasado por la Diosa Bianca, donde todo habitante, sin importar su condición y procedencia, debería someterse a 9 rituales: creación, dominio, amor, nacimiento, sacrifico, purificación, recuerdo y coronación. El último ritual no tenía nombre y no podía ser revelado. Alrededor de esta isla y los misterios de una civilización extinguida, Ataraxia ha creado todo un mundo onírico entre pasajes arcaicos, poesía ritual, letanías del medio oriente, percusiones tribales y voces melancólicas, densas, y etéreas.
Después de la escucha completa del CD, la sensación reinante es de auténtica satisfacción, de haber asistido a la audición de un trabajo sin igual, profundo, fusión de misticismo y melancolía. Aunque alguna pista pueda quedar renegada a un segundo plano, el conjunto conseguirá deleitar a cualquier seguidor de la banda o a cualquier amante del género.
Como resultado final, el sonido más próximo con el que se puede equiparar sería una mezcla de heavenly voices con tintes muy étnicos, y en ocasiones ritual, muy semejante a proyectos como Daemonia Nymphe, Khvarena y Love Sessions, pero siempre con la firma personal del sonido Ataraxia.
La apertura del CD se presenta con ‘The song of Axieros’, donde coros masculinos acompañados de gongs y cortinas de campanillas recuerdan a las profundas reverberaciones producidas en los templos tibetanos por los cánticos de los monjes rezando, todo ello envuelto con un texto ritual magníficamente interpretado con un grave lamento de tristeza y misterio. Una espléndida intro, relajada, ambiental, y recitada en italiano.
‘The nine rituals’, comienza con una acelerada percusión que da paso a una extraña guitarra acústica. La primera sensación, es un poco extraña, pues parece que esa melodía está fuera de lugar, suena algo chocante pues no parece nada del estilo de Ataraxia, pero esa sensación dura poco tiempo, pues pronto Francesca comienza a cantarnos en ingles los 9 rituales anteriormente comentados.
Creo oportuno hablar en este momento de la prodigiosa voz de Francesca, que se caracteriza por poseer un timbre de voz personal y único, un dominio absoluto de sus cuerdas vocales y una forma de interpretar sus canciones fervientemente sentida. Pocas son las cantantes que puedan manejar y modificar los registros de su voz de tal manera, pudiendo cantar indiferentemente en escalas tonales muy bajas, o graves, y escalas altas o agudas, y es aquí donde realmente está la diferencia entre una vocalista normal, y otra especial y única. Esta habilidad, es usada tanto en este disco, como en otros anteriores, para doblar voces, realizar coros, y jugar con las frases o cánticos con resultados asombrosos. Otras divas de dominios similares podrían ser, Diamanda Galas, Lisa Gerrard, o Nina Hagen. Pocas cosas pueden hacerte sentir los mismos escalofríos que escuchar y ver a pocos metros, la fuerza y profundidad de las cuerdas vocales de estas auténticas diosas.
Pues bien, como decía, en ‘The nine rituals’ podrás escuchar uno de los registros medios de la cantante, más cerca del grave, y podrás apreciar ese timbre tan único y especial que tan merecidamente la caracteriza. A medida que avanza el track, te enganchará, pues la incursión de los instrumentos ambientales, las guitarras, la percusión, y la voz generan un tema estupendo y recomendadísimo.
‘Kremasta nera’ comienza con una melódica guitarra acústica en solo bastante triste. En esta pista podrás escuchar a Francesca cantando en su registro más grave y más agudo, tanto por separado, como ambos a la vez. Bastante relajado, pero de melodía bellísima. Cierra los ojos y déjate llevar… sientes un cosquilleo por todo tu cuerpo?. … siete minutos veinte que te harán extasiar de principio a fin. ‘Kremasta nera’ debería pasar a la posteridad, por su profundidad, delicadeza y sentimiento,..
‘Ochram’, ‘Therma’, ‘Kaviria’ , ‘Klethra’, hacen gala de la parte mas étnica del disco, a base de instrumentos de viento y percusiones que por momentos nos harán viajar a la ciudad de Las mil y una noches. Todos ellos bastante interesantes. No así resulta, bajo mi punto de vista, ‘Gria vathra’ tratándose de un tema instrumental donde se echa en falta algo de aportación vocal.
‘Efestia’ empieza siendo bastante minimalista. A penas Francesca cantando a capella con una profunda reverberación que nos situaría en una amplia y antigua iglesia y a nosotros como espectadores escuchando. Alcanzado la mitad de la composición, se incorporan algunos pads ambientales y percusión variopinta dotando a la cancion de otro carácter bien distinto del comienzo.
Los temas que más rememoran el sonido característico de Ataraxia, son ‘Ebur’, por su ambientación, por la parte vocal cantada y múltiples susurros rituales y ‘Wings (I had once)’ cuya novedad en este álbum es el uso del piano. En la misma línea, pero quizá algo mas medieval, sin llegar a límites exagerados, encontrarás ‘Fengari’, que recordará a algunos grupos de ideologías paganas por sus sonidos evocadores de la Madre Naturaleza, pájaros, y bajo el apoyo de la guitarra acústica y la voz de Francesca al más puro estilo Heavenly Voices.
Sin mucha gloria, dejo para el final ‘Migratio animae', de sonido lento, relajado y ambiental, y ‘La fame e la danza’, basada en algunos coros masculinos, la siempre presente guitarra acústica buscando la melodía, y la voz de Francesca en su entonación más aguda.
Tanto si eres seguidor de Ataraxia, como si lo que has escuchado hasta el momento no te ha convencido, siéntate cómodo, relájate y dale una oportunidad a este disco, pues tiene mucho que ofrecer y seguro te sorprenderá.
