Desde la localidad valenciana de Mislata el músico Salvador Moreno nos acerca una nueva perspectiva sobre el mundo de los vampiros,dando más importancia a los aspectos etéreos y románticos que a los netamente terroríficos.
"Theatre des Vampires" es un trabajo de Psicodreamics editado en Witches on the Radiowaves (Ref: WOTR06) en Octubre de 2006. Interpretado por Salvador Moreno como compositor e intérprete & Ramón Mendigorri guitarra en el tema Theatre des Vampires & Néstor Mora coautor del tema Daylight Belonging desde España y navega entre los estilos Ethereal & Ambient y tiene una duración de 53,29 minutos. Enlace Relacionado:Psicodreamics Valoración: 7.5 sobre 10
Salva Moreno es un veterano músico valenciano que, pese a su juventud, lleva creando música desde 1990. Desde entonces hasta ahora ha sacado a la luz siete trabajos, contando el primero, que permanece inédito, de música instrumental. Los estilos que abarca Salva son muy variados; ambient, new age, neoclásica y demás variantes, siempre haciendo especial hincapié en los acentos más mitológicos y fantásticos de estos estilos. Como suele suceder es mucho más conocido fuera de España que aquí; ojalá que con esta reseña se pueda contribuir a paliar esa deficiencia.
Este séptimo trabajo vé la luz a través de un sello, Witches on the Radiowaves ( felicidades por el nombre ), que es creación propia de Salva Moreno. De esta manera puede dar rienda suelta a todo lo que se le pasa por la mente. Y lo que se le pasa por la mente es realmente fastuoso; opulentos teclados que tejen atmósferas de increíble belleza se ven apoyados por guitarras expresivas y trágicas y por todo tipo de efectos sonoros que contribuyen a crear ambientes y paisajes que se dibujan en la mente del oyente con extraordinaria claridad y vigor.
Para este "Theatre des Vampires" Salva se atreve con uno de los temas fetiche del goticismo, los vampiros. Lo novedoso de este trabajo es que, en vez de desarrollar el aspecto terrorífico y siniestro del tema, los paisajes sonoros que se nos ofrecen evocan los aspectos más sensuales y románticos de los chupasangres. Sin embargo no faltan aquí y allá los imprescindibles toques de perversión intrínsecos a tales criaturas. Y es que Salva, a mi entender, ha sabido captar la esencia del vampirismo transformando en música aquellos elementos que lo hacen tan atractivo para muchos: Sensualidad, misterio y perversión.
El comienzo del álbum, 'Damned for Eternity', es el tema que más se acerca al concepto clásico del vampirismo y podría recordar, por ejemplo, a los Midnight Syndicate. Una oscura tensión flota por todo el corte, poniendo sobre aviso al oyente acerca de lo que está por venir. No dejes de vigilar tu espalda, esa oscura sombra que no deja de seguirte desde que has entrado al callejón no augura nada bueno...
'Theatre des Vampires', la canción que da título al trabajo, es mucho más luminosa. Es como si, superado el callejón oscuro por el que caminábamos antes, hubiéramos entrado en el palacio del vampiro. Es un lugar opulento, lujoso, amplio y lleno de luz ( por supuesto, artificial, nada de luz solar ). El ser de ultratumba que habita en él nos recibe con una perversa sonrisa y nos lleva de la mano a recorrer los rincones de su maravillosa guarida. Con 'Daylight Belonging' empezamos a conocer el triste relato de la vida del vampiro, condenado para siempre a vagar entre las sombras nocturnas. Una trágica y arrebatada melodía nos cuenta las frustraciones de este ser de ultratumba y nos acerca más a él.
'Delicious Agony of Love' es, a mi juicio, la mejor pieza que podemos encontrar en este disco. Una preciosa melodía interpretada por sonidos de órgano se vé reforzada por unos teclados en forma de lejanos coros celestiales y unos ritmos pausados y tremendamente sensuales. La música podría perfectamente estar describiendo como hemos caído hechizados por el influjo del vampiro y nos hemos entregado totalmente a su voluntad.
El siguiente corte, 'A Life in the Night', es otra magnífica canción. Bellísimas y etéreas melodías se alternan con coros femeninos, tristes guitarras y un órgano. Una sublime descripción de la belleza de la noche desde el punto de vista de un vampiro. 'The Crypt of Despair' se adentra en terrenos algo más terroríficos justo en el momento en que el ser de ultratumba que mantiene presa nuestra voluntad nos enseña su lugar de reposo; es un tema que evoca perfectamente el frío, la desolación y la soledad del lugar donde reposa nuestro vampiro.
El misterio y la oscuridad alcanzan sus más altas cotas en 'Stakes and Garlics'. El tema más ambient de todo el disco nos presenta, mediante lejanos coros y relajantes teclados, los principales elementos que pueden acabar con la no-vida de nuestro anfitrión. Cuando habla de ellos, curiosamente, no siente miedo sino paz, una inmensa y absoluta paz. Incluso una sonrisa de añoranza le cruza el rostro...
'Lustful Bites in the Dark' relata nuestra entrega total y definitiva a la voluntad del vampiro. Renunciamos por completo a nuestro ser para entregárselo a él y convertirnos en una sola y única criatura. La marcada sensualidad de este corte describe a la perfección los pasos que vamos siguiendo hasta hacernos un sólo ser. Después de haber pasado por este bautismo de sangre y sexo estamos listos para entrar a la cámara secreta del vampiro. 'Sanctuary of Blood' nos recrea ese lugar mediante uno de las canciones más movidas del disco, apuntalada por los casi ominipresentes coros de fondo y por una guitarra y unos sonidos de piano y órgano que dan un aire muy especial a este tema.
En el santuario del vampiro nos espera nuestra primera víctima. 'Bloodsucker' cuenta de forma extraordinariamente delicada y elegante como es nuestro primer gran festín. No hay terror, no hay dolor, no hay miedo, solo hay una unión especial entre nuestra víctima y nosotros; un hermanamiento, una comunión. Mientras su vida se va diluyendo en nuestras venas nosotros sentimos un inmenso amor y respeto por la persona que agoniza en nuestros brazos y cuando exhala su último suspiro le cerramos suavemente los ojos y le damos un dulce beso de despedida en la frente...
Nuestro vampiro nos mira; en sus ojos hay aprobación pero también una honda tristeza. Casi nos pide perdón por habernos condenado a la misma vida maldita que lleva él. Sin embargo nosotros no sentimos ningún rencor hacia nuestro mentor y maestro y para demostrárselo le pedimos que nos haga el honor de bailar con nosotros. Las notas de 'La Valse des Vampires' presiden nuestros giros y vueltas por todo el santuario; en nuestro semblante hay alegría pero en el del vampiro hay amargura y melancolía. Se esfuerza en sonreír cuando su mirada coincide con la nuestra pero no hay nada que pueda borrar la tristeza que rompió su corazón desde el mismo momento en que nació a la vida oscura.
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