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 Folclore alpino de raíces

Sturmpercht - “Geister im Waldgebirg”

 
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Publicado
2007-01-01
 
Pocos son los grupos de la llamada escena "neofolk" que tienen la altura de Sturmpercht. Esta formación austriaca alcanza el sobresaliente a todos los niveles en cada una de sus publicaciones hasta la fecha. Folclore, leyendas, poesía, tradición, sentido del humor y todo lo que tu imaginación pueda aportar. Todo ello desde la región alpina austriaca y la excelente ejecución de unos buenos músicos. Una auténtica revelación.
 

"Geister im Waldgebirg" es un trabajo de Sturmpercht editado en Percht (Ref: Percht07) en Octubre de 2006.
Interpretado por Herr Wind como cantante, guitarrista y percusionista & Hajü como voz narradora, acordeonista, diablo del bosque, Shrutibox y otras percusiones & Axel F como guitarrista, flauta dulce, silbidos, murmullos y susurros & Der Einslieder como bajista y violinista & Max Percht como cantante, voces, matraca, cascabeles, compositor y técnico de sonido desde Austria y se centra en el estilo Neofolk y tiene una duración de 70,20 minutos.
Enlaces Relacionados: Sturmpercht & Steinklang Industries
Valoración: 9.5 sobre 10

      La nueva sensación del folk europeo es, desde hace tres años, y sin lugar a dudas, Sturmpercht. Se trata de una formación que, desde que comenzó su andadura con un primer single en 2003, se ha convertido, para una embelesada minoría, en un referente obsesivo y obligado; una minoría que es capaz de hacerse con una copia de sus siempre limitadas publicaciones.

Sturmpercht es uno de esos pocos grupos que te atrapa constantemente. Hay una conexión entre el oyente y su obra que va más allá de una corriente objetividad; penetra en niveles de entendimiento que difícilmente pueden explicarse y esa unión es inquebrantable mientras la formación siga produciendo obras como con las que, hasta la fecha, ha obsequiado a sus fervientes seguidores. Es mucho más que sonido, es mucho más que un buen número de canciones que cada vez se acrecienta. Sturmpercht ofrece lo que pocos dentro del panorama del folclore que se hace en nuestro continente. Por si todo eso fuera poco, el grupo es de esos que vierte una dosis importante y esencial de creatividad en la presentación de cada nueva edición. Cada disco es un regalo, hecho con pasión y esmero. Carpetas desplegables, ilustraciones e imágenes reflejadas en postales, ediciones en madera, vinilos de calidad... toda una suerte de materiales variados que son el marco apropiado para todo el fondo, para todas las notas que viajan hasta la raíz de las tradiciones de una zona que, como su tierra de nacimiento, han tratado de homenajear.

Folclore alpino de raíces marcado, sin embargo, por una significativa influencia del neofolk actual, serían las líneas básicas en las que se mueve Sturmpercht. Su sonido está muy arraigado en la tradición de los “PerchtenSturmpercht - “Geister im Waldgebirg””, de ahí el nombre de la formación, festividades celebradas con diversas variantes por toda la zona alpina, exactamente en sus regiones germana y austriaca, caso este último el que nos ocupa. Estos “Perchtenlaufen”, o desfiles, se celebran durante las “Rauhnächten” o doce noches que van desde el 25 de Diciembre al 6 de Enero; además de, también puntualmente, en las noches previas al 6 de Diciembre (S. Nicolás, en la tradición cristiana), la noche del solsticio de invierno y, por último, en la que precede al 6 de Enero. Los Perchten se caracterizan por ser procesiones de hombres enmascarados y disfrazados con pieles que se mueven haciendo ruidos con cencerros o campanas que llevan atados a sus cinturas. En líneas muy generales, podríamos definir estas antiguas prácticas con ancestrales ritos relacionados con la fertilidad de la tierra, pero, sobre todo, toda esa vestimenta y el sonido producido por los artefactos que llevan colgados se utilizaban, en una especie de ritual mágico, para ahuyentar a los espíritus no beneficiosos o para atraer riqueza a la tierra. Las máscaras deben ser fabricadas en madera y muestran una infinidad de rostros endemoniados, representando también arquetipos animales de una variedad y originalidad enormes. La caza salvaje, o “Wild Hunt”, y su desfile espectral es otro tema recurrente e importante para el grupo que, además, tiene relación con esta misma época del año.

Las raíces paganas de esta festividad son indudables, aunque, como es lógico, y al igual que ocurre con infinidad de celebraciones y tradiciones en todo el continente europeo, ha sido moldeada y adaptada, además de asumida, por el cristianismo durante el curso la historia. A pesar de ello, hay que decir que, incluso, a finales del siglo XIX, y después de un fuerte resurgimiento a partir del XVII, esta tradición corrió peligro de desaparecer por la represión cristiana debido, precisamente, al fuerte contenido pagano que alberga. Por supuesto, a pesar de una raíz común, esta festividad tiene una enorme variedad de ejecución y diferentes costumbres en cada valle y en cada zona de los Alpes, con lo que no pretendía más que realizar un esbozo introductorio que sirviera como base de entendimiento a la esencia del grupo. La historia y el sentido de esta tradición, como es obvio, es suficientemente amplia y profunda como para intentar desarrollar un tratado en un texto que sólo quiere reseñar unas líneas generales, para realizar un leve acercamiento a la obra de la formación alpina. Eso sería cuestión de un artículo completo o de una profunda entrevista.

Dicho todo esto, la edición de este nuevo disco, en los últimos días de Octubre de 2006, supone una época perfecta para comprar y disfrutar esta nueva obra de Sturmpercht. Pero antes, pongámonos en buen lugar y esbocemos de forma rápida cuál ha sido su discografía hasta llegar a “Geister im Waldgebirg”. Debutaron en 2003 con el single “Der Tanz Des Tatzelwurms”, el cual, tras una primera edición en siete Sturmpercht - “Geister im Waldgebirg”pulgadas negro a 234 copias, tuvo una segunda réplica en sólo 99 ejemplares en bonito vinilo de color verde. Su primer larga duración es el genial “Stürm Ins Leben Wild Hinein!”, publicado en 2004. Un LP de 275 copias en una espectacular caja de madera gruesa, al más puro estilo alpino, con desplegable interior. Sin duda, este disco produjo el afianzamiento total de la formación después del prometedor single. Un nuevo 7” le siguió ese mismo año. En este caso, un disco compartido con Jägerblut (formación folk de los miembros del grupo industrial Thorofon). Este “split” se redujo a 352 ejemplares con hoja interior y dos postales, además de dos nuevos temas de Sturmpercht. Durante 2005, un cuarto vinilo. Se trata de una de sus ediciones más curiosas, un 12” grabado sólo por una cara. Es un disco titulado “Alpine Bann-Und Segenssprüche” y publicado en funda plástica transparente con seis postales pequeñas, además de un vídeo en formato mini-CDr. Una primera edición en vinilo crema de 250 copias y una segunda en disco de color verde a reducida 99 precedieron, debido a la fuerte demanda, a una tercera tirada, idéntica a la primera, aunque limitada sólo a 99 copias y con dos de las 6 postales diferentes. También en 2005 aparece un nuevo single con dos nuevas composiciones. Su título genérico es “Der Marsch Der Wampelerreiter”, un vinilo en siete pulgadas en carpeta o tríptico limitado a 365 copias.

Así llegamos al trabajo que nos ocupa, el cual supone la primer publicación que realizan en formato digital. Sin embargo, y como no podía ser menos, existen otras dos en formato vinilo para coleccionistas en caja de madera. Por un lado, la versión regular en doble LP reducida a 340 ejemplares y, por otra parte, una para fanáticos limitada a sólo 62 copias. Se trata de una caja gruesa pintada de color gris claro y con lo que supone el símbolo de este trabajo impreso en la madera, el Zapfenmanderl. La versión más reducida, además del doble disco, se beneficia de una camiseta y una obra de artesanía, ambas con el mencionado Zapfenmanderl como protagonista. Se trata de una figura realizada en terracota extraída de una plantilla de madera fabricada por un constructor de máscaras “Perchten”, muy reconocido en la región del Untersberg -la montaña alpina más próxima a Salzburgo y una influencia decisiva en el grupo y su entorno-. Todo esto se completa con dos postales y con una doble carpeta con impresionantes fotografías que sirven de cubierta para los vinilos. La edición en CD es un digipak en formato tríptico conteniendo las principales imágenes que aparecen en los discos así como los mismos temas.

La grabación del trabajo tuvo lugar entre los años 2004 y 2006, y tiene la atractiva particularidad de haber sido registrado en su totalidad de forma espontánea, sin pruebas previas. Algunas partes han sido grabadas al aire libre, otras son grabaciones caseras; todo realizado con una gran variedad de instrumentos tradicionales, algunos de ellos muy peculiares. Las letras están basadas en leyendas alpinas o en textos de escritores de la zona pertenecientes al intervalo de los siglos XVIII y XX. Sturmpercht tiene la peculiaridad, entre otras muchas, de poseer varias voces que interpretan dichas leyendas o textos. A la cabeza se encuentra Max Presch (Max Percht, en este caso), miembro principal del grupo austriaco industrial Rasthof Dachau y máximo responsable del sello Steinklang Industries y de todas sus filiales. Otro de los miembros del grupo, Hajü, forma parte del proyecto Thelema (nada que ver con la formación italiana del mismo nombre). Entre otros datos a tener en cuenta, podríamos mencionar que el quinteto ha sustituido a uno de sus miembros por Axel Frank, del grupo Werkraum, que ya debutó en el anterior single. Además, para este nuevo disco, se han rodeado de gente muy importante dentro de la escena folk. Así, Sangre Cavallum ha compuesto e interpretado uno de los temas del disco, cosa que también ha realizado Allerseelen con otra de las composiciones a las que, incluso, Gerhard ha puesto voz. Finalmente, Markus Wolff, de Waldteufel, ha contribuido en la parte musical de uno de los cortes, además de prestar su voz en otra canción.

Centrándonos, por fin, en lo estrictamente musical, podríamos definir este nuevo disco como una obra que, en cierto modo, supone, en líneas generales, un ligero cambio con respecto a trabajos anteriores. Es cierto que la esencia y el espíritu primordial de Sturmpercht se mantienen inalterados, pero la presencia de una importante cantidad de temas donde la guitarra acústica toma protagonismo en baladas folk, le hace distanciarse en cierto modo de discos precedentes. Quizá por ello, y sin quitar merecimiento o valor a este último, yo recomendaría a aquellas personas que están pendientes de acercarse a su obra, que den primero una escucha intensa a algunos de sus anteriores vinilos.

El disco comienza con “Wir rufen deine Wölfe”, originalmente incluida en el recopilatorio del mismo nombre. En esta nueva grabación se ven reforzados, principalmente, tanto el trabajo de las voces como de las percusiones, aunque, en líneas generales, esta versión tiene mucha mayor consistencia que la original. Desde este comienzo, la voz de Max Percht se impone como referencia o cúspide del resto del trabajo instrumental. El texto de “Wir rufen deine Wölfe” es un poema del escritor alemán Friedrich Hielscher, que fue homenajeado en dicha compilación, editada por Ahnstern, bajo la dirección de Gerhard de Allerseelen y donde un importante listado de formaciones del folclore oscuro actual musicaban dicho poema. “Der Knabe im Moor” supone un cambio de vocalista y de enfoque. Suaves guitarras acústicas, muy sencillas y agradables, prestan respaldo a la voz de Herr Wind, mucho más convencional que la de su compañero, pero eficaz para esta balada de atractiva simpleza. La corta “Riesenbrüder” le sigue. Se trata de un bello recitado, a cargo de la personal vocalización de Markus Wolff, ayudado por livianas percusiones e instrumentación mínima embellecida por el trabajo de una constante melodía de violín. Para completar el primer cuarteto y terminar con el primer lado del doble vinilo nos encontramos con la excelente “Kaiser Karl”. Vuelve el cantante principal a tomar el mando vocal con una pieza muy representativa del estilo Sturmpercht. Básicamente, guitarras acústicas junto a percusión firme y marcial que presta apoyo a la peculiar voz, con esa tonalidad folclórica y rural que posee. Impecable como ejemplo estilístico del grupo.

Sturmpercht - “Geister im Waldgebirg”Des Feuers lichte Strahlen”, compuesta por Sangre Cavallum, es una de las referencias claves del trabajo. Como la anterior, aunque variando completamente de estilo, puede servir perfectamente de introducción a la obra del quinteto, lo cual nos hace llegar a la conclusión de que los portugueses han realizado, más que una simple colaboración, un trabajo de asimilación total del estilo Sturmpercht. Nos encontramos aquí con una danza pausada, elaborada desde el protagonismo imprescindible del acordeón y las rodantes percusiones. Por supuesto, el carácter agrario lo imprime igualmente el resto de la instrumentación, aunque, de nuevo, el juego de voces es fundamental, combinando aquí las de Herr Wind y Max Percht. La variedad del disco continua con “Waldeslust”, la cual se adentra por completo en el carácter campestre de la grabación. Introducida por una muestra del disco “Alpine Bann-Und Segenssprüche”, como sucede en otras partes del trabajo, se presenta una balada folk rodeada de ambientes captados al aire libre, donde el sonido del ganado respalda una acústica y la peculiaridad de la voz que parece entonar un estribillo arcaico. Puro sonido alpino nos encontramos en “Allerseelenreigen”, una de mis favoritas, donde se sigue la estela de “Der Feuers lichte Strahlen”, aunque la ejecución es diferente. Aquí la armonía se enriquece con los sonidos de cascabeles y panderetas en otra pausada danza entrelazada por la sutil guitarra y liderada por el esencial acordeón. Cambia ahora el escenario para presentar la canción de la muerte, “Sterbelied”. Se cierra el primer vinilo, o nos aproximamos al meridiano del compacto, con una balada fiel a su título, donde una suave y agraciada instrumentación acompaña las casi susurrantes voces.

I bin da Woid” es la colaboración de Allerseelen. Esta pieza podía pasar perfectamente por uno de los temas incluidos en los últimos trabajos de Gerhard, aunque hay complementos mínimos que aporta Sturmpercht y que suponen pequeñas pinceladas que rematan el tema, como la constante guitarra acústica, entre otros pequeños detalles. Por supuesto, la habitual manera de recitar de Gerhard completa la composición, que resulta interesante en este entorno, pero no ofrece grandes sorpresas. “Durch Berg und Tal” atraviesa montaña y bosque con la sequedad vocal contrastando con la dulces y entrañables flautas. Nos ofrece un paisaje idílico que una segunda y discreta voz femenina se encarga de completar. Con similares premisas aparece “Im Jahreswandel”. Aquí el juego de flautas vuelve a ser fundamental, produciendo un seductor revoloteo en ocasiones, aunque los finos punteos y el rasgueo de guitarra dan otro aroma a la balada, a lo que contribuyen las leves percusiones de simple acompañamiento. La última de la tercera cara lleva el nombre de “Von toten Schnee”. La nieve, un elemento fundamental en el trasfondo de este álbum, impregna de un frescor letárgico el ambiente e invade tierra y bosques dificultando el peregrinar. Así, la pieza es íntegramente recitada y se aleja de buena parte del sonido del disco, utilizando una instrumentación de carácter ambiental oscura en medio de la cual se deslizan otros instrumentos acústicos de armonías y sonoridades intrigantes, entre las que destaca el acordeón. La percusión y todo el conjunto van adquiriendo un mayor protagonismo a medida que discurre la pieza, que se interrumpe finalmente tornando en un caótico cuento de voces infantiles de fondo.

Waldheimat”, o el “hogar de los bosques”, es introducida por otro extracto del doce pulgadas “Alpine Bann-Und Segenssprüche”. Seguidamente, revela uno de los momentos más álgidos de estos “Espíritus de los bosques de las montañas” -algo así viene a ser el título genérico del trabajo en castellano-. Aquí se contempla plenamente la influencia de Axel Frank en el sonido, con ese punteo de guitarra característico de soplos medievales enriquecidos aún más por la flauta. La voz pasa de recitada a cantada durante el transcurso de la canción y las percusiones aparecen en el momento más sobresaliente, manteniéndose la armonía inmutable del acordeón en el fondo. Encantadora. Para comentar la siguiente es obligado, en este momento y lugar del álbum, hacer una afirmación categórica. En este disco se reúnen los que, en mi opinión, son las tres mejores formaciones de folclore oscuro en la actualidad, los propios Sturmpercht, Sangre Cavallum y Waldteufel. Precisamente, “Bergsturz” está compuesta en colaboración con Markus Wolff, quien lleva el mando vocal. Aquí se fusionan a la perfección los estilos de los dos grupos resultando una pieza de indiscutible valor. El acordeón y el bodhran destacan en plenitud con el complemento de la guitarra y la dulzura del instrumento de viento. Por supuesto, la personal voz de Markus completa el aspecto agreste que siempre tienen todas sus composiciones. Otra pieza magnífica, ¡y ya van unas cuantas!. Creo que “Der weisse Wurm” está muy bien colocada en este momento del disco. Parece un desfile casi caótico con sus campanas, cencerros, flauta campestre, tambores y, sobre todo, con una voz peculiar de recitar impetuoso. ESturmpercht - “Geister im Waldgebirg”n ella también se profundiza en el espíritu del proyecto austriaco, donde el paisaje, tradición y leyenda se filtran de forma invisible pero de manera plena en medio de la mencionada instrumentación. Por poner una mínima pega a este excelente trabajo, quiero decir que echo de menos algún tema más en la onda del siguiente: “Was rauschet und was brauset”. Si nos imaginamos una taberna rural alpina, o una festividad de la zona, y le ponemos música y danza, estoy seguro que este tema encajaría a la perfección. Puede, quizá, parecer un poco tópica esta descripción, pero no encuentro mejor forma de enmarcar este penúltimo título. La percusión muy alegre y el acordeón son los principales anfitriones para la peculiar y, a veces, hasta divertida voz de Max Percht. El bajo hace el resto en esta genial composición, de toques humorísticos. Del ímpetu pasamos al epílogo que supone “Liebewohl”, ejecutada simplemente por guitarras y una breve recitación.

De esta manera finaliza un disco que a primera vista puede no parecer tan variado, pero lo es, y mucho, y de eso nos damos cuenta una vez vamos profundizando en él poco a poco. Todas las canciones, así como el entorno cultural, temático y simbólico, dan muchísimo campo al oyente y es conveniente dejar a cada cual que desarrolle su propia interpretación de toda la música de Sturmpercht, a pesar de ese arraigo que posee y que he relatado de forma superficial. Pero yo me voy a quedar, como conclusión, con una frase que aparece en uno de los paneles del compacto. Una ligera traducción nos viene a decir que “Las canciones, sonidos y cantos de los Sturmperchten reflejan el crudo y salvaje mundo de las montañas alpinas, en toda su gracia y esplendor, pero también con todos sus dramas y abismos”. Poco más queda por decir, simplemente muy recomendable, como toda su discografía.

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Trabajo Comentado por: Paco González  {MN}

Información Relativa al Artículo
Intérpretes: Sturmpercht
Sellos: Percht
Estilos: Neofolk
Nacionalidades: Austria

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