Sin duda la mayor de las delicias del cartel que proponía este año el Summercase Festival en su edición Madrid/Barcelona eran los británicos, padres de toda una generación de música oscura.
Uno está ya mayor para meterse en los grandes festivales indies que tanto nos salpican en las fechas estivales. Esta vez se debió a que un generoso amigo me cedió un par de entradas para asistir a éste y como en el cartel figuraba una de las leyendas de la Cold Wave, nuestros queridos New Order, no pude dejar de ir.
Aparte de New Order sólo me animé a ver el día siguiente a Sigur Ros y a Daft Punk, pero el comentario de estos conciertos se sale ya bastante del ámbito Mentenebre, así que me ceñiré a comentar a los legendarios New Order.
El emplazamiento estaba un poco retirado, en una explanada a las afueras de Boadilla del Monte y la asistencia de público el viernes no fue tan avasalladora como lo fue el sábado, así que pude disfrutar del concierto sin demasiados agobios. Por cierto, no vi mucha gente de negro por allí, imagino que por lo privativo del precio de la entrada y por un cartel que para nosotros no resultaba de gran interés.
Empezaron el concierto con su single emblemático de su última etapa, 'Crystal', el tema gancho de su CD "Get Ready" de 2001. Es quizá una de las pocas canciones que me llena de los últimos trabajos así que acogí el comienzo del concierto con gran júbilo. Siguieron así un buen rato en el que predominaron las guitarras y un repaso al catálogo moderno de su discografía. Pero a…migo, se reservaron dos sorpresitas, dos versiones deJoy Division: como no 'Love Will Tear Us Apart' y también 'Transmission'. Ya se que sin Ian Curtis nunca podrá ser lo mismo, pero yo me llené de emoción y las canturreé con gran euforia. Fue para mi algo muy especial y emotivo. No me lo esperaba. Aunque ya me comentó gente que en el Primavera Sound habían hecho algo parecido. Ando yo un poco despistado de este tipo de eventos.
Luego vino la eclosión, una segunda parte donde se anunció que ya no más guitarras y que ahora venía el New Order genuino, el de antaño. Era el turno de los sintetizadores, de las canciones versionadas y entremezcladas, para mí la salsa auténtica de New Order. Y así cayeron temazos de la talla de 'Bizarre Love Triangle', 'True Faith' y la increíble 'Blue Monday'. Esto fue ya el acabose.
Bernard Summer y Peter Hook es cierto que ya están algo talluditos pero, a diferencia de otros momias de la escena oscura, siguen componiendo y lanzando nuevo material, aunque ya no sea lo mismo que antes. Quizá pueda ser más espectacular un concierto de Bauhaus o de los Sisters of Mercy, o el muy reciente de Nitzer Ebb, mucha imagen, muchos éxitos, pero al final no es más que una gira para reponer sus bolsillos pero sin haber sacado una nueva nota musical más. Yo no soy muy partidario de esto. Así que con todos los años que tienen ya encima New Order demostraron que siguen todavía en forma. Estad atentos porque es posible que no tarden mucho en volver, un concierto que merece la pena.