Tras su demo de debut en 2007 y su primer álbum de estudio, este conjunto de alma galega y armazón germánico produce este magnífico segundo trabajo oficial. Hecho prácticamente a mano se constituye como un verdadero tesoro. Y se disfruta como los vinos añejos.
"Deixádeme morir no bosque" es un trabajo de Sangre de Muérdago editado en Autoproducido en Enero de 2013. Interpretado por Pablo C. como compositor, letrista, guitarrista, instrumentista y vocalista & Heike al violonchelo & Sophie Sesam a la viola & Bubu a la guitarra clásica & Lisa Kula como vocalista desde España y se centra en el estilo Neofolk y tiene una duración de 60 minutos. Enlace Relacionado:Sangre de Muérdago Valoración: 8.5 sobre 10
Hay algunas músicas que tocan especialmente el lado mas sensible del alma de este que esto escribe. Y es que mi segundo apellido es Ventureira, un apellido gallego que heredo desde varias generaciones pero sin ningún referente familiar en aquellas tierras. Pero de algún modo lo gallego me atrae, sobre todo lo misterioso, lo mágico, lo ritual que todavía pervive en el Finisterre.
Y es en este contexto en el que me encuentro con este trabajo de Sangre de Muérdago, gallego de arriba abajo. Aunque ellos viven y graban en Alemania, el espíritu de los castros, la Santa Compaña o quizá el sentimiento de la saudade, que aunque portugués, creo que los gallegos comparten también.
“Deixádeme morir no bosque” es una plegaria a las rocas, a los árboles, a los animales del bosque, a los ritos ancestrales, a las sendas iniciáticas, al pasado más ancestral. Sentimientos que entroncan con los de un urbanita que sueña con un campo perdido, con un campo propio donde las piedras y los animales le hablan. Quizá allá donde se alza el pico Ventureira.
Sangre de Muérdago, entre el galego y el inglés, acompañados de una guitarra acústica de unas tristes cuerdas y del espíritu del ribeiro, recorren esos senderos del pasado, de sus ancestros, de los viejos rituales. Es un folk relajado y solemne, muy muy evocador que te cala hasta las entrañas.
Especialmente profunda es ‘Soterrad@s baixo as pedras’, agriamente dulce y sentimental, nos habla de las almas que no están ya con nos. ‘O nome do vento’ también te captura, por su melodía, por su veneno distribuido lentamente, a cuentagotas, pues hemos olvidado el nombre del viento y así moriremos perdidos. Otra pieza que quiero señalar es la instrumental ‘Desterro’. De nuevo la nostalgia. La nostalgia de alguna tierra a la que en lo profundo sabemos que le pertenecemos pero no sabemos muy bien donde está. Nuestro mundo nos ha descolocado, nos ha transportado y enajenado para no saber de donde venimos y por tanto no sabemos a donde vamos…
Un disco para la tranquilidad del hogar, a poder ser junto a las llamas de un fuego, degustando un buen vino, y eso sí, en completa soledad. La honda pena nos inundará primero pero tras ella renaceremos y veremos clara la senda de nuestro camino. Un folk iniciático para las almas profundas.