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 Profetas en su tierra

Genocide Organ / Isomer / Pacific 231 - Mannheim 2011

 
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MN Avanzado

 
Publicado
2011-06-13
 
Nueva incursión en tierras germanas siguiendo la pista al grupo de mercenarios más famoso del industrial, una formación que representa en sí misma toda una corriente dentro del género presentando su nuevo trabajo UNDER-KONTRAKT.
 

Cada concierto de Genocide Organ es un nuevo acontecimiento a presenciar, tanto por lo infrecuente de sus apariciones en directo –con suerte, una al año- como por una puesta en escena que multiplica por cien lo que encontramos en sus discos. Como aliciente adicional en esta ocasión, el evento se localizaba en la ciudad natal de sus componentes: Mannheim, circunstancia que no se repetía desde el año noventa, al parecer por falta de un organizador en la ciudad que se decidiera a montar el evento - desventajas de pertenecer a lo más extremo de un género ya de por sí marginal.

Este año, por suerte, la providencia hizo que no topásemos con obstáculos naturales, como la nube de ceniza expulsada por un volcán islandés, problemas derivados del vuelo o incluso técnicos electrocutados. Aún así,llegar a una ciudad no especialmente turística como Mannheim no es tarea fácil – especialmente con un presupuesto ajustado como el del que suscribe, se entiende.Genocide Organ / Isomer / Pacific 231 - Mannheim 2011

El clubdonde tendría lugar el evento era de aforo medio, con un ambiente más bien rockero, al que imagino que se le daría un uso estándar para conciertos pero la dirección no pudo ser mejor seleccionada: Indrustrie strasse, como mandan los cánones. La organización realmente funcionó a la perfección, el acceso en la entrada fue ágil, lo que nos permitió acceder al recinto sin una espera más que de unos pocos minutos. Un detalle que resultaba curioso, aunque no por ello menos apropiado, fueron los tapones para los oídos que nos suministraron junto con la entrada al canjear la reserva. Más tarde comprobamos su utilidad.

Únicamente topamos con el carácter alemán -a veces excesivamente rígido-, a la hora de aclarar si podíamos o no hacer fotos –sobre todo teniendo en cuenta que uno de mis acompañantes es un excelente fotógrafo- pero al explicar que nuestra única finalidad consistía en documentar gráficamente una futura reseña del evento, la discusión pudo finalizar satisfactoriamente y en términos amigables. Según nos explicaron, el primer artista no tenía especial interés en que se publicaran fotos suyas, así que respetando dicho deseo, obviamos la captura de imágenes durante su actuación. Huelga decir que una vez comenzó el evento,todo el que quiso tirar fotos con o sin flash lo hizo sin ningún tipo de cortapisa por parte de los organizadores ydurante todas las actuaciones…

Antes de comenzar el evento, los asistentes se repartían entre el exterior, el interior de la sala y un patio interior lateral bastante amplio, donde otro escenario se hallaba situado, supongo que para otro tipo de conciertos. Mientras nos familiarizamos con el lugar, sonaba música rock variada, ni muy ruidosa ni demasiado tranquila. Los artistas se encontraban entre el gentío, cuyo aspecto era bastante uniforme –puede aplicarse aquí el doble sentido- charlando con amigos y conocidos, así como diversas personalidades responsables de sellos del género, también reconocí a Mike Dando de Con-Dom por allí.

Veinte minutos sobre la hora prevista apareció sobre el escenario el primer acto programado: Pacific 231, proyecto con una larga historia a sus espaldas, con un importante componente experimental en su propuesta sonora en la que se funden ritmos tanto industriales como electrónicos. Predominó sin duda la parte industrial aunque a lo largo del repertorio que ejecutó hubo algunos pasajes en los que sobresalió la electrónica, siendo estos últimos los que más me agradaron. En conjunto resultó interesante pero quizás falto de gancho, contribuyendo también a ello la escueta puesta en escena, dos portátiles sobre la mesa y dos o tres videoproyecciones que se iban alternando como fondo. Media hora de duración de un set para el que tuvimos que echar mano de los tapones a fin de preservar la integridad de nuestros oídos y otra media hora de espera hasta que Isomersubiera al escenario, espera amenizada por la excelente música de Steve Von Till como telón de fondo.
Genocide Organ / Isomer / Pacific 231 - Mannheim 2011

La espera resultó fructífera en tanto que aprovechamos para visitar el stand de merchandising donde pude adquirir un par de novedades: por una parte, la camisetade rigor y por otra, la nueva entrega en vinilo del archivo de rarezas de Genocide Organ, recomendable para seguidores. El hecho de que se vendiese exclusivamente allí con una tirada tan pequeña -300 copias- ya es significativo, cuando el número de asistentes superó ligeramente ese número.

De nuevo parecía haber movimiento sobre el escenario, parecía,porque tan pronto comenzaba a sonar el principio de un tema como se interrumpía bruscamente, algo extraño cuando supuestamente las pruebas de sonido se realizaron mucho antes de a apertura del acceso al recinto. Por desgracia, este problema no se quedó en algo puntual dentro de la actuación de Isomer.

Lo cierto es que poco había escuchado anteriormente de este proyecto australiano, que recuerde ahora mismo, los temas incluidos en un dvd en directo que editara Cold Meat Industry hace pocos años y alguno más incluido en algún recopilatorio. Su directo, compuesto por fondos de dark ambient superponiendo altas frecuencias tan propias del power electronics combinadas en ocasiones con muros de ruido resultaban bastante efectivos,; si a ello le sumamos la intervención de la voz distorsionada de David Tonkin que dotaba de un punto más afilado al conjunto, realmente podría haber sido un concierto más que decente.

Genocide Organ / Isomer / Pacific 231 - Mannheim 2011

Desde mi punto de vista, la actuación tan solo cuajó en momentos determinados, las interrupciones fueron desluciendo el resultado final aunque sin temor a equivocarme puedo afirmar que el balance final resultó positivo. Al parecer, el problema lo estaba causando el portátil con el que se generaba todo el sonido de los fondos sonoros. David se lo tomaba con filosofía y el público intentaba que no decayera lo conseguido en cada momento. Tampoco era de extrañar que la propia máquina sufriera los efectos del muro de sonido que se propagaba por la sala, hubo momentos en los que incluso respirar resultaba difícil por la presión ejecercida por las ondas. Nada que no deba ocurrir en un evento de este tipo, por supuesto.

Media hora de reloj trascurrió desde que comenzara el concierto de Isomer, así que era de suponer que teníamos otra media hora de espera por delante. Y así fue, pero por duplicado… una espera excesiva quizás motivada para establecer una separación suficiente para que el público se recuperase de lo acontecido e hiciese acopio de fuerzas para lo que aún restaba por llegar y que las delicadas piezas de Erik Satie acariciasen nuestros oídos durante toda esa hora de espera no hace sino afianzar dicha hipótesis.

Genocide Organ / Isomer / Pacific 231 - Mannheim 2011

Cuando el telón de plástico que tapaba el escenario se deslizó por fin, una tensa atmósfera invadió la sala, cortesía de D.A.X.y Doc. M. Riot, mientras Wilhelm Herich y Brigant Moloch hacían acto de presencia sobre el escenario, uno portando una especie una vasija metálica a modo de cáliz, el otro mojando la punta de los dedos en su contenido y marcando con la señal de la cruz en la frente a los apostados en las primeras filas a modo de negra comunión con la causa, que si en el rito católico se trata de la paz, en el nuestro podíamos suponer justo lo contrario, algo patente cuando seguidamente nos asaltó el infernal ritmo de un clásico tan extremo dentro de su repertorio como es Klaus Barbie, constituyendo toda una declaración de intenciones respecto al tono del concierto.

Creo que no exagero ni un ápice al afirmar que a partir de ahí todo fue a más con un repertorio despiadadamente agresivo donde los haya, el espíritu de confrontaciónse contagió casi inmediatamente al público, aún más en las primeras filas donde nos encontrábamos. La realidad comenzó a transformarse en una tormenta de hierro, fuego y cruda electricidad. Inmediatamente a nuestra izquierda se desencadena la locura entre un público preso de un frenesí de lo más demencial que haya presenciado nunca… la interpretación de W. Herich fue acorde con ese sentimiento, autoritaria y violenta, mientras que B/Moloch hacía lo propio de una forma mucho más contenida, no por ello menos efectiva. Las proyecciones, como siempre aunando fragmentos de películas y documentos históricos e imágenes de esas personalidades que han ostentado los hilos que mueven el mundo, conflictos urbanos, guerrilla, terrorismo… cualquier tipo de conflicto externo o interno cabe dentro de la violenta imaginería del grupo, a tono con su lacerante sonido que fuerza a entrar en un estado mental muy particular.

Genocide Organ / Isomer / Pacific 231 - Mannheim 2011

El recorrido de los temas discurrió en su mayor parte a través del nuevo trabajo Under-Kontrakt, seleccionando los cortes más corrosivos como The lord is my light, Forever Whore –mención especial a la interpretación de W.H. en este tema o en Prayer of St. Augustine-, I’m with you all days, Denard, Tamil Eelam, Armor Group y It’s over.

La sorpresa llegó con la versión de los The Grey Wolves, Beyond Hipocrisy, cuando D.A.P. -uno de los componentes del legendario dúo británico- subió al escenario para interpretar el tema, con esa actitud heredera del punk que caracteriza su música y la estética de sus trabajos. Es gratificante ver como se mantienen aún en forma algunos de los fundadores del propio género.

Genocide Organ / Isomer / Pacific 231 - Mannheim 2011

Tampoco se echaron en falta algunos de los imprescindibles en directo, como Vive la Guerre o el tema con el que suelen cerrar sus actuaciones: WPF, en el que echaron el resto, acabando extenuados todos los allí presentes a ambos lados del escenario, lo que no impidió que pusieran el broche con Hail America, más que apropiado para los tiempos que corren, cerrando un asedio de hora y veinte minutos a todos nuestros sentidos.

Hasta el próximo ataque. Corto y fuera.

Gracias a Guillermo García por las magníficas fotos del evento (aunque aquí no se aprecien en toda su magnitud) y a Klaus de Tesco Germany por su colaboración en diversas cuestiones de esta reseña.


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Evento Comentado por: emboscado  {MN}
Fotografía por Guillermo García  correodeguille@gmail.com

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