30 años después de su primera aparición como Damien, el Diablo, en forma de industria cinematográfica, decide volver a la pantalla, (des)aprovechando el primer y último 6-6-6 del milenio.
"La profecía" dirigida por John Moore con la distribución de 20th Century Fox y presentada 2005-2006. Interpretada por Liev Schreiber como Robert Thorn & Julia Stiles como Catherine Thorn & Seamus Davey-Fitzpatrick como Damien & David Thewliss como Keith Jennings & Pete Postlethwaite como el padre Brennan & Giovanni Radice como el padre Spiletto desde Estados Unidos y pertenece al género Terror , tiene una duración de 105 minutos. Enlace Relacionado:Web oficial Valoración: 6.5 sobre 10
Hay diferentes maneras de enfrentarse a un remake, tanto por parte de los responsables como por espectadores y/o críticos. Dentro de la fiebre de nuevas versiones de clásicos y menos clásicos que se vienen produciendo en los últimos años hay ejemplos para todos los gustos, desde revisiones a fondo a meros lavados de cara digitales. En el caso de "La Profecía" los condicionantes eran unos pocos: hablamos de una pequeña obra maestra, a cargo de un narrador eminentemente clásico como Richard Donner (que por cierto tiene pendiente de estreno otra revisión de otro de sus clásicos, esta vez "Superman", a cargo de Bryan Singer) y bien conocida por todo tipo de audiencias. No hablamos de un film "de culto" que deba ser re-presentado a las nuevas generaciones, por tanto ese aspecto reivindicativo de otros remakes desaparece en esta nueva versión.
Tampoco se produce ninguna revisión de la historia: John Moore parte del guión original, sin añadir ni modificar nada sustancial, lo cual no hubiese estado mal: la sociedad de 1976 y la de 2006 no tienen mucho que ver, así que una cierta reformulación, incluso una variación de las circunstancias no le vendrían mal a la historia. Llegados a este nivel, las únicas novedades se reducen a los actores, por supuesto, y a la puesta en escena. En cuanto a lo primero, además de lo evidentemente inadecuado del casting ya en cuanto a la edad de los protagonistas, aspecto esencial en el clásico de Donner, evidentemente Julia Stiles no está a la altura de Lee Remick, e incluso un actor habitualmente tan eficaz como Liev Schreiber acaba pecando de hieratismo que, unido a la rígida interpretación de Seamus Fitzpatrick resta ese plus de ambiguedad, de tensión que tenía el original. Mientras, los secundarios oscilan entre la pesadumbre un tanto irritante de Pete Postlethwaite y la histeria de Michael Gambon, completamente descontrolado en su brevísima aparición como Bugenhagen.
La labor de Moore solo se puede calificar de respetuosa con el original y con vocación, o al menos con la intención, de mantener el clasicismo en la medida de lo posible, calcos en la planificación de secuencias enteras incluídos. Si nos olvidamos, claro está, del catálogo de subrayados que despliega para mostrar las distintas muertes (cámara lenta, picados y contrapicados, travellings...) que, sin llegar al grado de concisión y regodeo de "Destino Final" no dejan de resultar molestos, sobre todo porque el espectador medio ya sabe quién y cuándo va a morir, incluso el cómo en algún caso, así que tanto recrearse en los preparativos limita el impacto que tenían en el original. Por ejemplo, la escena de la muerte del padre Brennan, estéticamente impecable en su plano final, queda desvirtuada en gran medida por ese subrayado anterior.
Tampoco uno de los grandes momentos de "La Profecía (1976)", la visita de Thorn y el fotógrafo Jennings(otro personaje que pierde casi todo su carisma comparado con el de la original, aquí resulta absolutamente cargante) al cementerio etrusco para comprobar en las tumbas que la profecía era cierta, un ejemplo de planificación bien hecha y de creación de atmósferas, se convierte aquí en un rutinario ejercicio de montaje sincopado sin pizca de gracia, en contraste con la muy lograda secuencia anterior de la llegada al monasterio donde padece el padre Spiletto, horriblemente deformado tras oficiar de factotum en la adpción de Damien, uno de los instantes más brillantes de esta versión.
En definitiva, el gran problema de "La profecía(2006)" es la comparación con el original, porque seguramente los pocos que no hayan visto el film de Donner la encontrarán bastante más interesante que la mayoría de las producciones de terror actuales. Como no es mi caso, el principal reproche que le hago consiste en esa falta de pretensiones, en lo absolutamente olvidable que resulta. Una fecha como la que se ha elegido para su estreno y que a fin de cuentas ha sido la única excusa para producir la película merecía una apuesta más personal y más arriesgada, aunque hubiese resultado igual de fallida que ésta que ha acabado por estrenarse. Claro que siempre habrá que agradecerle que nos haya dado la oportunidad de ver lo buena madre que hubiese sido Rosemary (excelenteMia Farrow) si "La semilla del diablo" fuese una serie en vez de una película que acaba en el momento en que acaba...