Con motivo del regreso del grupo germano sToa a México, aprovechamos la ocasión para charlar con Olaf Parusel y conocer un poco más de él y de su música.
Tus tres primeros discos, sobre todo el "Porta VIII", encierran un aura de misterio cobijada por una inspiración conceptual, ¿consideras que "Silmand" sigue esta misma línea?
Olaf: Ummmhh...No precisamente. Como sabes, "Porta VIII" fue basado en el cuento "Ariadne et Barbe Bleue" de Maurice Maeterlinck y de hecho la considero una especie de continuación y sí, parte de un concepto, pero no creo que sea una forma de hacer música, al menos no en nosotros. Lo que yo creo es que en "Silmand" el concepto filosófico extensible es capaz de conectarse con todo, pero no es una historia. Es como un sentimiento abarcador que puede llevarte de la esperanza a la melancolía sin sacarte de ti.
¿Entonces representa "Silmand" una concepción más abstracta en comparación con las primeras producciones?
Olaf: Ummmhhhh....(suspiro). No lo creo. Cada producción de sToa es única y cada una de ellas es especial. "Urthona" fue el primer álbum y concentró todas mis energías porque que el primer álbum siempre es el más difícil y tiene un montón de mixturas. "Porta VIII" fue un concepto donde quise contar una historia a través de la música y "Zal" es la transliteración del significado de esa palabra en música, lo cual fue una experiencia impresionante. Hago lo que siento en ese momento y lo que se me antoja expresar, pero si, siempre busco nuevas formas de incorporar elementos inéditos como en "Silmand" lo es el pop, ausente en las otras producciones. Cada disco es diferente.
¿Cómo se incorporaron Louisa John-Krol, Pieter Nooten y Ralf Jehnert a esta producción?
Olaf: Me transformo en un médium cuando compongo, algo crece y crece dentro de mí y me pregunto:"¿Quién podrá encajar bien aquí? ¿Suena bien como para Pieter Nooten?" Estuve tocando algunas canciones con Louisa en una gira europea y trabajar con ella me hizo pensar en que encajaba perfecto en unas ideas que tenía en la cabeza, al igual que con ellos.
¿O sea que actúas como quien arma un rompecabezas?
Olaf: ¡Si! En todos mis discos he partido de la melodía y luego añado las letras, 'Ariels Song' es el ejemplo más claro porque aunque el poema de Shakespeare es poderosísimo, la canción estaba totalmente terminada antes de añadir la letra; incluso el ding dong de las campanas estaba ahí antes que la letra. Cuando tenía lista la melodía encontré ese poema y me di cuenta de que podía ajustarse perfectamente a lo que quería hacer.
Dentro de este proceso de creación y utilizando términos filosóficos, ¿te considearías un apriorista?
Olaf: Creo que más bien me siento como un aposteriorista porque la música siempre está lista antes de añadir elementos que considero reafirman mi "feeling" en ese momento. Construyo conforme mi estado de ánimo.