Cuando una banda como Brillig decide dar un giro radical a su música con su nuevo disco podemos estar seguros que el resultado va a ser realmente gratificante y a la altura de sus anteriores discos, a pesar de ser tan diferente a ellos.
"The Red Coats" es un trabajo de Brillig editado en Black Rain (Ref: BR 057) en Julio de 2009. Interpretado por Matt Swayne a la voz, la guitarra, el banjo y la harmónica & Elizabeth Reid a la voz, la viola, el piano, el ukelele y el acordeón & Denni Meredith como bajista y guitarrista & Ben Macklin en la batería desde Australia y se centra en el estilo Darkwave y tiene una duración de 51 minutos. Enlaces Relacionados:Brillig & Brillig MySpace & Black Rain Valoración: 8.5 sobre 10
Últimamente no paro de recibir sorpresas cuando me enfrento a los discos que debo reseñar para Mentenebre, y este cd no es una excepción; antes al contrario, es quizá el que más me ha sorprendido en los últimos tiempos. Después del buenísimo sabor de boca que me habían dejado los anteriores trabajos de los australianos Brillig lo que menos me podía esperar es el tremendo cambio de registro que han dado con "The Red Coats", su último y muy sorprendente disco.
Lo primero que sorprende es el sonido que predomina por todo el álbum; banjos, harmónicas, ukeleles y unos cuantos instrumentos más se han apoderado de la música de Brillig, conviviendo en una armonía sorprendentemente eficaz con los habituales teclados, bajos, guitarras y baterías. La primera vez que escuché el disco debo admitir que me pregunté seriamente que rayos era lo que estaba oyendo y que donde estaban los ambientes de los anteriores discos. Afortunadamente, tras una segunda y más tranquila escucha empecé a apreciar las mil y una virtudes que esconde "The Red Coats", virtudes que, como suele ocurrir con muchos buenos discos, no hacen sino aumentar con cada nueva escucha, haciéndome ver una vez más que las primeras impresiones muchas veces son muy injustas.
Las melodías de este disco son realmente embriagadoras, llenas de una melancólica belleza que se engancha rápidamente al corazón del oyente, haciéndole pensar que más que canciones está escuchando cuentos cargados de un delicioso aire de tragedia y ternura. Las voces de Matt y Elizabeth se reparten el trabajo de llevar hasta nosotros esas historias luminosamente tristes, haciéndolo a veces por separado y a veces juntos, pero siempre de manera absolutamente brillante.
La música es predominantemente lenta y pausada, animándose en momentos puntuales en canciones como 'The Red Coats', 'Springtime in Kyoto' o la estupenda 'Absinthe makes the heart grow', un tema realmente excelente. Pero esta no es la única canción brillante de "The Red Coats"; también puedo mencionar otras como la maravillosa 'The old captain', cantada de forma extraordinaria por una Elizabeth en estado de gracia, dándole el mejor aire de cuento melancólico de todo el disco. Tanto la melodía como la voz, apoyada por un espectacular coro de "marineros", nos transportan directamente a alguna vieja taberna portuaria olvidada y perdida.
La más dulce tristeza se apodera del ambiente con 'The frozen lake', un tema en el que los violines y las guitarras acústicas arropan con delicadeza la melodía que canta Matt con un marcado y muy sentido tono melancólico, algo que se repite en la preciosa 'Emily of the Grace', otro perfecto ejemplo de como llegar a conmover el alma del oyente con una música deliciosamente triste y amargamente embriagadora. Realmente se trata de un disco que merece la pena, repleto de una belleza tierna que se clava en el alma con inusitada fuerza y que deja en ella una profunda sensación de relajada melancolía. Si vuestra primera impresión al escucharlo es de sorpresa, o incluso de rechazo, os aconsejo que lo volváis a oir una segunda vez, seguro que vuestra impresión cambiará rápidamente y pensaréis que estáis ante un disco absolutamente sublime.