El músico Nacho Hernández mezcla en este trabajo el metal con el misticismo oriental, dando como resultado un trabajo altamente estimulante que no te dejará indiferente.
"Templo" es un trabajo de Vihmana editado en Nooirax Producciones en Enero de 2009. Interpretado por Nacho Hernández como compositor e instrumentista desde España y navega entre los estilos Death Metal & Ethnic y tiene una duración de 28 minutos. Enlaces Relacionados:Vihmana & Nooirax Producciones Valoración: 8 sobre 10
Este disco que aquí tenemos es otro ejemplo de esos que últimamente abundan tanto en los que el artista mezcla géneros musicales que hasta ahora poca gente se había atrevido a mezclar, si es que alguien lo había hecho alguna vez. El sonido de Vihmana se puede ubicar en un doom/death metal con ciertos toques góticos, a los que se les añade un fuerte componente de música étnica del Lejano Oriente, de algún lugar impreciso entre la India y el Tibet. A estos elementos se viene a unir una flauta, la cual añade un cierto toque celta a las composiciones de Vihmana.
Tal cantidad de ingredientes resulta a veces difícil de ligar dentro de la ensalada musical que nos propone este "Templo". Afortunadamente, el talento y la experiencia que atesora Nacho Hernández, su alma mater, le hace salir con bien de esta complicada empresa durante la mayor parte del tiempo. Hay que decir que la nutrida nómina de colaboradores con los que se ha contado para este disco han posibilitado que Vihmana pueda ofrecernos un trabajo tan interesante como el que aquí tenemos. Las gaitas de José Luis Frías ( Trobar de Morte ), las flautas de Eva Borondo e Irene Morell, el cello de Antubel y el bajo de Jaime Pascual son también responsables del resultado final de "Templo".
La intro 'Ecos del Misterio' nos teletransporta, en poco más de un minuto, a las nevadas montañas tibetanas en un delicioso ejercicio de elegancia y misticismo oriental. Tras esta sensacional introducción, nos subimos a los 'Carros Solares', un corte que rebosa fastuosidad y variedad por todos los poros; teclados góticos, ritmos metaleros que algunas veces podrían recordar a los Therion de discos como "Vovin" y una letra cargada de misticismo son los elementos a los que corona las melodías de la flauta, algo que un principio puede llegar a chocar pero que con un par de escuchas se puede encontrar sin problemas un anclaje para dicho instrumento dentro del tema.
'El camino' empieza con una bonita melodía de piano, a la que pronto se suman flauta y ritmos más suaves y tranquilos que en el tema anterior. Unos levísimos coros, muy en la lejanía, aportan un plus de elegancia al tema, que conocerá un momento puntual de aceleración metalera en la última parte, donde las guitarras enloquecen y los ritmos se vuelven frenéticos, apoyados por una flauta también enloquecida.
El más arrastrado doom/death metal se apodera de la atmósfera de 'Como ríos sin afluente' en cuanto se desvanecen las melodías tibetanas del comienzo del tema. La voz doom se alterna con otra más épica a la que, por desgracia, no se la llega a entender con claridad, un tanto aplastada por una producción que parece haber dado en algunos momentos un trato de favor a la instrumentación sobre la voz. De todas formas eso no es más que un detalle que no llega apenas a empañar la brillantez que alcanza el tema en muchos momentos, gracias a la fascinante variedad de melodías y ritmos que contiene.
Misticismo oriental da paso previo a una rápida descarga metalera en 'Meteoro'. Como ocurre en todos los temas cantados, la letra a dos voces ( desgarrada y épica, esta vez con la relevancia sonora que debe ), merece un atento repaso. Nuevamente asistimos a una asombrosa gama de ambientes diferentes en un sólo tema, que lo convierten en algo sumamente interesante y dinámico, con melodías absolutamente brillantes. Es quizá el corte más rápido y también mi favorito de todo "Templo".
Unas campanas y el trino de unos pájaros nos saludan a nuestra llegada al 'Templo Dorado' que cierra este disco; un tema mucho más relajado y tranquilo que su predecesor, pleno de envolventes y atmosféricos teclados y de ritmos más aptos para oídos góticos que para oídos metaleros, pero que seguramente gustarán también a éstos últimos. Una brillante forma de cerrar este estupendo trabajo que no dudo en recomendar a todos aquellos que disfrutan con la música y con la fusión de géneros aparentemente incompatibles entre sí.
Tal cantidad de ingredientes resulta a veces difícil de ligar dentro de la ensalada musical que nos propone este "
El más arrastrado 