Mezclando el Salvaje Oeste con las tenebrosas catacumbas de algún ignoto castillo europeo en ruinas, Second Skin nos ofrece su último trabajo discográfico, que ha sido definido por ellos mismos como un "western gótico".
"Illa exuro in silentium" es un trabajo de Second Skin editado en Palace of Worms (Ref: PO24W-2) en 2008. Interpretado por Arron como cantante,compositor e instrumentista & Mark Cady como instrumentista & Greg Gory como instrumentista desde Estados Unidos y navega entre los estilos Gothic Rock & Death Rock y tiene una duración de 49 minutos. Enlaces Relacionados:Second Skin & Palace of Worms Valoración: 7 sobre 10
La banda que aquí os presentamos son unos verdaderos veteranos de la escena oscura estadonidense, habiendo extendido su labor a lo largo de numerosas apariciones en recopilatorios y de varios trabajos publicados, de los cuales "Illa exuro in silentium" es el más reciente. Para este nuevo trabajo la banda ( o más bien su frontman, Arron, que es quien maneja realmente los hilos en esta historia ) ha dedicido darle al mismo una especie de hilo conductor, centrado en lo que sería una especie de película del Oeste gótico-vampírica, lo que se manifiesta tanto en la redacción de los títulos de crédito del cd como en las fotos del mismo, en la que los miembros de la banda aparecen elegantemente ataviados como siniestros pistoleros surgidos de más alla de la tumba. Asímismo han elegido para ilustrar la portada a una preciosa dama, vestida como una perfecta gótica del Far West.
En cuanto a los temas que podemos encontrar en "Illa exuro in silentium" debo decir que la mezcla de death rock y gothic rock que practican Second Skin no se ha visto empañada por el concepto que han pretendido darle al álbum, o al menos yo no soy capaz de encontrar ninguna melodía relacionada ni de lejos con el Salvaje Oeste, afortunadamente ( aunque sí que hay varios samples ). Hay que destacar en este disco el gran trabajo realizado por la voz de Arron, oscura y amenazadora, capaz de transmitir multitud de oscuras emociones y que en los momentos más flojos del disco salva los muebles gracias a la tremenda magia que desprenden sus cuerdas vocales.
Tras la habitual intro nos encontramos con 'The west', un tema de estribillo dinámico y pegadizo. 'Kick and scream'es igualmente rápido, pero además incrementa el nivel de oscuridad con una melodía más retorcida que la anterior y con un tono vocal más cavernoso, además de con un mejor trabajo percusivo. 'The narcissist' recurre a los samples y a leves toques electrónicos para crear un tema bastante original dentro de lo que es este disco. 'London bridges'es inquietante y oscura, todo un homenaje al sonido de bandas como Judith, también estadounidenses.
Por su parte, 'Blood and glass' mantiene y aumenta el buen nivel conseguido por su predecesora gracias a su inquietante y oscuro comienzo y a su rápido y certero desarrollo posterior, con un estribillo grandioso que convierte a esta canción en la más bailable de todo el disco. Siguiendo parámetros muy, muy parecidos tenemos 'A methunderstanding', a la que quizá le falta un poco de la pegada que tenía la anterior. Por suerte 'Black picket fence'recupera la potencia y la intensidad de 'Blood and glass', siendo tan bailable y pegadiza como ella.
Con 'Unwritten' volvemos a recuperar ese estado de tensa e inquietante calma que a mi personalmente me recuerda tanto a los ya mencionados ( y hoy desconocidos ) Judith, pero a la que Second Skin saben dar en esta ocasión una vuelta más de tuerca. Encarando la recta final de "Illa exuro in silentium" nos encontramos con 'Prince harming', un tema lento que se anima bastante en su elegante estribillo, y con 'Birthday girl', una balada que no hubiera desentonado en los primeros discos de The Sisters of Mercy.
Con este disco me pasa una cosa curiosa; aún reconociendo que las canciones, escuchadas una a una, son buenas, habiendo inclusovarias que sonexcelentes,lo cierto es que escuchado de un tirón llega a producirme una ciertasensación de monotonía. Me disgusta mucho tener que decir esto, pues Second Skinsiempre ha sido una banda de mi agrado, con todos los elementos para poder hacer grandes cosas, pero creo que en este disco hay algo que falla. No sé si es que la producción ha podido restar potencia a las canciones o que quizá hubiera sido necesario darles algo más de variedad entre sí. Probablemente no sea ninguna de las dos cosas, igual es sólo una idea que se me ha metido en la cabeza y me impide razonar... por eso creo que lo mejor es que escuches "Illa exuro in silentium" y encuentres argumentos que me demuestren que me equivoco, pues seguro que los hay, y muchos.