Respuesta del famoso sello Fiction Records a la nueva ola de Post Punk britanico. En busca del éxito de The Killers o Editors, White Lies demuestra no sólo estar a la altura de dichas bandas, sino también a la de los grandes clásicos de los años 80 en los que se inspiran.
"To Lose My Life" es un trabajo de White Lies editado en Fiction (Ref: 1793239) en Enero de 2009. Interpretado por Charles Cave como cantante y bajo & Jack Brown como bateria & Harry McVeigh como cantante,guitarra y teclados desde Gran Bretaña y navega entre los estilos New Wave & Post Punk y tiene una duración de 44,26 minutos. Enlaces Relacionados:White Lies & White Lies MySpace & Fiction Valoración: 8 sobre 10
¿Mejor que de The Killers?. Esa es la afilada pregunta que lanza la critica británica cuando se habla de White Lies, la nueva banda revelación del renacido Post Punk británico. Ambas bandas comparten las mismas influencias, aquellas bandas maravillosas de pop gótico que pululaban por la escena musical más underground de la década de los ochenta; mismas influencias pero plasmadas de diferente manera.
En White Lies hay más protagonismo de los elementos electrónicos. Las cajas de ritmos y los sintetizadores están mucho más presentes que en la famosa banda de Las Vegas. Las melodías son más sencillas y pegadizas, hay mucha más accesibilidad. "To Lose My Life" es un trabajo repleto de futuros "hits" con un sonido que recuerda más a Simple Minds, Tears for Fears, Spandau Ballet o Talking Heads - su banda fetiche - que a Joy Division. Y es que hay mucho "gafapasta entendido" en la red de redes que a toda nueva banda de Post Punk que aparece para salvarnos de la mediocridad de las listas de ventas, la comparan con la banda del malogrado Ian Curtis. Como si sólo hubiera existido Joy Division... realmente lo que hay es una falta de desconocimiento total de lo que fue la explosión del Post Punk británico a principios de los ochenta, género que se mantuvo a salvo gracias a muchas de las nuevas bandas góticas que fueron marginadas en los noventa y que ahora, desgraciadamente, están tan de moda entre tanto "grunge" reciclado.
Yo escucho un disco como éste y directamente pasan por mi cabeza formaciones tan clásicas como The Church, The Bolshoi, The Chameleons o Echo & The Bunnymen antes que la idolatrada banda de Ian Curtis. Incluso la voz de su cantante me recuerda mucho más a Marian Gold, cantante de los alemanes Alphaville, que al cantante de Joy Division.
Tal vez el problema de White Lies es el de venderlos como banda revelación cuando realmente no nos ofrecen nada nuevo. Algo que a muchos nos da realmente igual cuando lo que se logra es volver a recrear las mismas sensaciones que nos hicieron experimentar las añoradas bandas de los 80. Y esto es algo que White Lies consiguen de sobra.
Más allá de éxitos indiscutibles como los singles 'Death' o 'To Lose My Life',este discoposee cortes mucho más entrañables y evocadores. 'A Place To Hide' es el cruce perfecto entre la parte más bailable de Joy Division y el pop mágico de los mejores trabajos de The Cure. 'E.S.T' y 'From The Stars' te trasladan irremediablemente a la mejor época de la Cold Wave, donde encajarían perfectamente en aquellos recopilatorios clásicos de "Guitars and Machines", estando al mismo nivel que bandas de la talla de Snake Corps. Y es que las notas de guitarras que se pierden en la lejanía en 'E.S.T' o las que acompañan al estribillo de 'From The Stars' despiertan en mi una melancolía inusitada.
'Unfinished Business' y 'Farewell To The Fairground' son canciones en las que la banda intenta dotar de un aire más moderno a unas melodías de clara inspiración ochentera, haciéndolas mucho más asequibles para las pistas de baile. También hay que destacar el último corte, 'The Price Of Love', que es sin lugar a dudas la canción más épica y en la que más protagonismo tienen los discretos elementos orquestales que adornan el trabajo, rememorando el estilo irrepetible de los geniales New Model Army.
Es justo señalar cierto aire a banda de laboratorio que desprende este primer álbum de White Lies. Antes de bautizarse como tal, se llamaban Fear of Flying y la musica que hacíantenía muy pocoque ver con el Post Punk, siendo su estilo inicial mucho más cercano al pop britanico de los noventa tipo Blur y Oasis, en el que se apreciaba también la influencia de The Smiths. Oportunista o no, "To Lose My Life" es un trabajo que no deberían dejar de escuchar todos aquellos que una vez se emocionaron con la Cold Wave de finales de los ochenta... y sí, es mucho mejor -menos obvio y más equilibrado- que el último trabajo de The Killers.
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