Entrevista con los increíbles diseñadores Dkillerpanda, a modo de introducción al ciclo de exposiciones y al libro que sobre ellos realizará Mentenebre durante 2009.
Me llama poderosamente la atención el hecho de que vuestros diseños sean exclusivamente personajes, que además de alguna u otra manera suelen ser iconos de nuestra cultura, como apuntaba antes, de raigambre siniestra, pero no los hacéis interactuar, no hay paisaje, no se integran en una escena, no dicen ninguna palabra. Esto si sucedía en "Cuentos de la Señora Muerte", pero eso fue a los comienzos ¿por qué os habéis decidido por esta línea de representar a personajes de algún modo descontextualizados?
DKP: La idea de desarrollar y centrarnos en iconos no fue premeditada. Al preparar la primera exposición nos dimos cuenta de que los personajes tenían fuerza por si solos. Hicimos alguna prueba al intentar crear pequeños decorados, pero molestaban más que otra cosa. Desde entonces, nos centramos para que los personajes tengan fuerza por si mismos, por eso los pequeños elementos y detalles tienen tanta importancia... Realmente no se puede comparar con "Cuentos de la Señora Muerte", ya que con este proyecto queríamos explicar una historia de forma tradicional, usando otras técnicas que nada tienen que ver con lo desarrollado en los libros de ilustración... Aún así creemos que la Señora Muerte no está exenta del espíritu de Dkillerpanda. Pero además vuestros personajes son caricaturas. Lo que más me llama la atención es que pese a la connotación geométrica de todos ellos siempre sabéis añadirle el toque que les da su personalidad. No acudís a los rasgos fisonómicos sino que tomáis los elementos accesorios del personaje para otorgarle su personalidad ¿A qué se debe este hecho? ¿Hay algún caricaturista en el que os hayáis inspirado?
DKP: La caricatura exagera y ensalza rasgos físicos para la burla y la mofa. No es nuestra intención ridiculizar a los personajes que adaptamos. Intentamos mostrarlos bajo nuestro punto de vista. Son adaptaciones. Así vemos a Leatherface, a Pinoccio o a un marciano… El buscar la máxima simpleza en cada personaje hace que te esfuerces por salvar sólo aquellos elementos que realmente dan valor a un personaje, y la mayor parte de las veces son pequeños detalles.
Luego hablaremos del color. Pero lo que es cierto es que gran parte de vuestra producción es en blanco y negro y con una total bidimensionalidad. Podríamos remitirnos en este sentido a Aubrey Beardsley que a finales del XIX usaba el blanco y negro, tenía esta bidimensionalidad y además en ocasiones caricaturizaba a sus personajes (recordemos por ejemplo sus grandes falos) ¿Qué opinión os merece Beardsley? ¿Hay alguna influencia suya en vuestro trabajo?
DKP: Te agradecemos enormemente que saques esta referencia a partir de nuestro trabajo. Sin embargo, Beardsley no nos ha influenciado de una forma consciente. Nos consideramos vástagos de una escuela más moderna. Es posible que nuestra gran referencia sea Edward Gorey, con quien compartimos el gusto por lo extraño y lo sencillamente mágico.
A colación de Beardsley me viene otra idea. Él estaba influenciado por la estampa japonesa y por lo que sé a vosotros también os vienen influencias niponas fundamentalmente del manga. Dadnos vuestra opinión acerca de la creación japonesa, fundamentalmente la animación y el manga y como ella ha influenciado en vuestro trabajo.
DKP: Si, por supuesto que nos influye el manga y el anime. La verdad es que es gracias a los japoneses que tanto el cómic como las películas de animación gozan de cierto mercado en nuestro país. Nos parece maravillosa la actitud rebelde y transgresora con la que trabajan. En cambio, aquí en Europa, parece que estamos mucho más condicionados por ciertos clichés… Principalmente nos influye Akira Toriyama y Hayao Miyazaki.
