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 Ecos paganos en el corazón de Madrid

Madrid Le Blanc Festival 2008

 
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Publicado
2008-07-21
 
En la primera edición del MLB festival,la gente de La Hora del Lobo y Rara Avis han traído a Madrid algunas de las bandas más importantes dentro del panorama de los sonidos Neofolk ,dark ambient y postindustrial. Tres días de conciertos en donde escuchar diferentes estilos y nuevas tendencias.
 

El primer, y esperemos que no único MLB festival, ha cerrado sus puertas. Ciertamente, ha sido una grata sorpresa, tanto por su planteamiento como por su contenido, que en el desierto panorama musical español en lo referente a la escena postindustrial, dark ambient y avantgarde, unos valientes (en este caso, la gente de La Hora del Lobo y Rara Avis) hayan decidido apostar fuerte y organizar un festival de tres días en donde se dieron reunión una buena colección de grupos, algunos de ellos bien conocidos y con un serio bagaje a sus espaldas, y otros todavía en los albores de su carrera.

Un festival de esta características, tanto por la cantidad y sobre todo por su calidad, es realmente de agradecer, con sus luces que ha habido, y con sus sombras, que también las ha tenido y algunas bastante sangrantes. Es incuestionable que el cartel de grupos era de lo más atrayente, mostrando un amplio abanico de estilos tan diferentes como el feroz power electronics de Wertham hasta el ensemble Neofolk de Svarrogh.

Pero vayamos por partes, ya que de los grupos hablaremos a continuación. La sala en la cuál se celebró el festival (Sala El Juglar), a priori reunía los requisitos mínimos para llevar a cabo un evento de estas características. No es demasiado grande, pero acogió de forma holgada a todos los asistentes. La asistencia al evento fue desigual, siendo el sábado, el último día, cuando se registró un mayor aforo en la sala. Sobre las instalaciones, medios de la sala, bueno, aquí es sin duda, en donde bajo mi punto de vista se observaron las mayores deficiencias, algunas de ellas muy evidentes y que perjudicaron gravemente a alguno de los grupos durante su actuación. No soy un entendido en aparataje y equipo musical, y seguramente de eso, la sala cuenta con un equipo lo suficientemente potente y con garantías para ofrecer una calidad de sonido aceptable. Quizás el problema esté en las personas que están al mando de los controles y que se encargan de realizar la ecualización y la puesta a punto de todo el equipo. Entiendo que este tipo de operaciones son delicadas y con un grado de complicación, pero lo que no puedo entender es como pudo ser que el sonido fallase tanto. No me puedo creer que durante casi toda la actuación de alguno de los grupos, el acople entre el micrófono y el altavoz estropease la propuesta musical de los grupos.

Ciertamente, si hubiese sido algo aislado, quizás se pueda mentar el tópico "son las cosas del directo", pero que durante los tres días, los encargados de sonido de la sala no consiguieran subsanar los graves problemas de sonido, es algo que afeó , y mucho, el resultado final de festival. Otro factor importante a la hora de valorar de forma tan negativa el sonido durante todo el festival, es la misma naturaleza de la música que se escuchaba. Lo que quiero decir es no era necesario ecualizar y ajustar un número elevado de instrumentos, sino que la mayoría de los grupos traían las bases pregrabadas y la presencia de instrumentos era mayoritariamente de percusión, que obviamente no estaban ni amplificados ni ecualizados. Todo esto tuvo su punto culminante durante la actuación de Andrew King, en donde después de un sonoro y fuerte sonido, todo el montaje de audio quedó mudo durante más de quince minutos hasta que consiguieron arreglarlo de nuevo.

Además de lo comentado respecto al sonido, se echó en falta, sobre todo el sábado, que los encargados de la sala diesen solución al sofocante calor que hubo por momentos, y más, teniendo un voluminoso aparato de aire acondicionado. El sábado, día en donde el calor se hizo más palpable y evidente, sólo casi al final del concierto se pudo respirar un poco mejor y tener una temperatura más fresca. Respecto al precio de las entradas y la calidad de lo ofrecido, nada que decir. El formato del festival, con una entrada única para tres días o la posibilidad de comprar de forma independiente entradas para cada uno de los días funcionó bien. ¿Caro?, bueno, quizás un poco caro, pero teniendo en cuenta la cantidad de los grupos y su calidad, no me parece que fuese un precio exorbitante.

Pero vayamos a lo importante, que es los grupos que actuaron. El jueves 29 de mayo fue el primer día de festival. El aspecto de la sala era bastante bueno, más o menos media entrada. Abrieron el fuego Wertham, que comenzaron de forma puntual. ¿Como suena Wertham?. Esta es una buena pregunta. Es difícil clasificar el sonido de este grupo, aunque formalmente se puede englobar dentro de la corriente power electronics, pero para simplificarlo, diré que es como un directo a la mandíbula, por su ferocidad y crudeza. Una inextinguible y continua distorsión de sonidos, mezclados con otros sonidos en una vorágine primaria de sensaciones, con Marco, el cantante, llevando al límite el aguante de sus cuerdas vocales. He de decir que mis tímpanos notaron en toda su potencia la propuesta musical de este grupo durante unos días. Con una puesta en escena sencilla, únicamente con una película en blanco y negro proyectandose sobre el fondo del escenario, los dos componentes de Wertham crearon un estampido sónico que retumbó como un trueno en los oídos de los allí presentes. Madrid Le Blanc Festival 2008

El siguiente grupo en salir al escenario fueron los británicos KnifeLadder, que ofrecieron una completa actuación, y en donde los problemas de sonido comenzaron a hacerse más patentes. La música sonó bien, a un volumen mucho más bajo, y se agradeció que después del tremendo sonido desplegado por Wertham. Con una presencia constante y contundente de la percusión, los británicos ejecutaron un concierto redondo, bien interpretado y de gran riqueza sonora. Música postindustrial, si, pero con componentes y variaciones novedosas, sonidos que van desde el industrial más denso hasta gotas de sonidos tribales y étnicos. Ellos definen su música como orgánica, y creo que es un apelativo cuadra a la perfección con lo escuchado. Melodías líquidas con bases instrumentales simples, repetitivas e hipnóticas. Sin duda un buen concierto que hubiese sido mucho mejor de no ser por el pésimo sonido.Madrid Le Blanc Festival 2008

Para terminar, salió al escenario Andrew King, cuya actuación, teniendo en cuenta las condiciones en las que se llevó a cabo, fue brillante. como un trovador de tiempos antiguos, comenzó con apenas instrumentación una hermosa canción medieval inglesa. El público escuchaba hipnotizado cuando de repente , todo el sonido se vino abajo. Seguramente, en estas circunstancias, y mientras el técnico de sonido y los músicos que le acompañaban trataban a toda costa de arreglar el desaguisado, otro artista se hubiese retirado del escenario a la espera de que se subsanase el problema. Sin embargo, después de pedir disculpas por los problemas que estaban sucediendo, nos regaló tres hermosos temas cantados a capella que sin duda, fueron lo mejor del jueves. Sin música ni acompañamiento, la voz de Andrew King sonó mayestática. Cuando por fin se solucionaron (más o menos) los problemas de sonido, el concierto pudo continuar sin demasiados sobresaltos. En definitiva, un hermoso concierto al que los problemas de sonido en vez de estropearlo, lo enriquecieron de una forma rotunda. Tiene Andrew King un dominio total y completo del escenario, y sabe perfectamente como transmitir al público todo el lirismo que su trabajo alberga. Partiendo de una propuesta simple, el artista consigue dibujar un lienzo de sonoridades que evocan tiempos lejanos y antiguos. Sin duda, un broche perfecto para el primer día de festival. Madrid Le Blanc Festival 2008

El viernes fué el segundo día. El aforo, un poco más lleno de gente, sin duda llamados por la presencia de un grupo del calibre de Allerseelen. Comenzaron las actuaciones con un poco de retraso, y mientras una lluvia de pétalos de rosas blancas llovía sobre el escenario, entraron en escena Die Weisse Rose. De impoluto y riguroso uniforme, bajo la atronadora contundencia de los tambores, comenzaron su actuación. De todos los grupos hasta el momento, quizás sea este el que se puede encuadrar dentro de una definición más formal respecto al tipo de música que desplegaron en el escenario. Música marcial, con retumbantes tambores (una verdadera lástima que no los amplificaran para poder escucharlos en todo su esplendor), con una abigarrada instrumetación clásica basada principalmente en metales. Fraseos sonoros de gran riqueza acompañados por momentos más crudos, con voces susurrantes declamando textos en alemán, y los tambores, siempre los tambores. cabe reseñar también la tremenda presencia escénica en conjunto del grupo, que con un buscado hieratismo casi rayano con la inmovilidad, conseguía dar un refrendo visual a la música que estaban interpretando. Quizás el más corto de todos los conciertos, pero una interesante propuesta para los amantes de los sonidos mas marciales y militares. Sin duda, uno de los mejores momentos de la actuación fué cuando sonaron los delicados acordes de piano de la canción 'At the doorsteps of our temple'
, mientras todos los componentes de la banda daban la espalda a los espectadores. Un buen ejemplo de como se puede enriquecer de forma notable la puesta en escena de una canción.

Madrid Le Blanc Festival 2008
Como muestra de lo variado y variopinto de las propuestas de este festival, después de la actuación de Die Weisse Rose, entraron en el escenario Svarrogh. Resulta curiosa la evolución tanto musical como estética de la banda de Dimo Dimov. De ser un grupo "estándar" de black metal, han pasado a realizar una música que hunde profundamente sus raíces en las tradiciones eslavas, tanto a nivel musical como a nivel de letras y puesta en escena. Música suave, lenta, rica en matices y con un profundo componente folk que le da un aroma viejo, como los buenos vinos que envejecen lentamente en una barrica de roble. Se me ocurren muchos adjetivos para definir la música que desplegaron en el escenario, pero quizás lo que más me gustó fué la fuerza para crear una atmósfera mágica, casi de ritual antiguo y pagano en donde se hablaba de ríos, torrentes y montañas, y de los tiempos en donde el hombre vivía en armonía con su entorno. Además de las bases pregrabadas, Svarrogh fué el grupo que más instrumentos desplegó en el escenario, habiendo siempre una fuerte presencia de instrumentos tradicionales búlgaros (kaval, gaida, gadulka). Su último trabajo, "Yer Su", es un canto a antiguas tradiciones, a antiguos dioses, a la vieja Europa, tal y como expresó Dimo al terminar el concierto. Es una verdadera lástima que la actuación de este grupo, sin duda uno de los que mejor sabor de boca dejaron a nivel global, se viese seriamente perjudicado, una vez más, por el pésimo equipo de sonido que provocó un evidente y lógico nerviosismo en los músicos.

Madrid Le Blanc Festival 2008 Para finalizar el viernes, se contó con la presencia de Allerseelen, sin duda, uno de los platos fuertes de todo el festival. Atendiendo a lo ocurrido en las anteriores actuaciones con el sonido, los integrantes del grupo se cuidaron mucho a la hora de preparar el sonido, cosa que se pudo notar durante todo el concierto, en donde apenas hubo problemas. Durante toda la actuación, que tuvo una duración considerable y congregó a una gran cantidad de espectadores, Gerhard desarrolló una frenética actividad en cada canción, sin parar de moverse por todo el escenario y aportando una energía y carisma en escena que son innatas en él. A nivel musical, el concierto discurrió por sendas conocidas y muchas de ellas descubiertas por ellos mismos. Música con aromas lejanos, que evocan las montañas nevadas de la Austria Natal de Gerhard. Secuencias simples con profusa intrumentación y contundente percusión mezcladas con pasajes bucólicos, hicieron del concierto un todo completo y redondo que fue degustado con fruición por todos y cada uno de los presentes. Además de la energía y fuerza escénica de Gerhard , hay que destacar el potente y rotundo trabajo de Dimo Dimov, componente de Svarrogh a la percusión. Preciso, con redobles rapidísimos que se sucedían con pasajes mas solemnes y marciales, todo el conjunto funcionó como una máquina perfectamente engrasada, completando una actuación completa y convincente, que sin duda dejó con ganas de más a los allí presentes.

Madrid Le Blanc Festival 2008 El sábado fué el último día de festival. Se notó el fin de semana, por que la afluencia de público fué mucho mayor. Este día, las actuaciones comenzaron un poco de restraso sobre el horario previsto. Abrieron el fuego Árnica, que entraron en la sala al sonido de cencerros, huesos y demás imagineria pagana sobre un enorme báculo que portaba uno de los integrantes del grupo. En el escenario, una especie de recipiente metálico con una sustancia indeterminada en su interior comenzó a humear cuando los componentes del grupo subieron a las tablas. Un extraño y acre olor inundó la sala mientras se intentaba saber la procedencia y origen de los ingredientes que a fuego lento se consumían en el recipiente. "Arnica", dijo alguién, "es árnica", y así el misterio quedó resuelto. La propuesta de este grupo es interesante. Su puesta en escena es convincente, con fuertes ecos paganos tanto en la concepción como en la ejecución. Si bien es cierto que se nota que el grupo necesita rodaje a la hora de llevar a cabo la ejecución de sus temas en directo. A pesar del ya comentado deficiente sonido, algunos de los temas sonaron fuera de tiempo y con las voces de los dos cantantes muy poco empastadas, lo que restó fuerza a su interpretación. Se agradece en este caso que las letras sean en español, pudiendo de esta forma entender completamente el mensaje inherente en cada una de ellas. Guerreros, tiempos lejanos y antiguos, quizás mucho más honorables y crudos que los de hoy en día, pasajes sonoros en los que se habla de viejas tradiciones e historias de un pasado remoto. Sin duda, un grupo a seguir. Madrid Le Blanc Festival 2008

Una vez finalizada la actuación de Árnica, aparecieron en escena Miel Noir. Miel Noir es el proyecto paralelo de Dimo, el alma de Svarrogh. Definir su música es realmente difícil, de hecho diría que es totalmente inclasificable, y por ello voy a tomar sus palabras, extraídas de su web de myspace para llevar a cabo la definición: "Miel Noir is the thick honey running through your veins.We want you drenched in honey, breaking your bones with coneycombs, drowning in honeydew."

Madrid Le Blanc Festival 2008 Quizás lo más destacable del grupo es la curiosa y muy llamativa presencia de dos bajos. Este instrumento, normalmente secundario, se convierte en protagonista de las tenebrosas y oscuras composiciones que interpretaron durante el concierto. Partiendo de bases rítmicas repetitivas y atonales, los dos instrumentos, perfectamente unidos, crean una vórtice sónico que arropa y envuelve el resto de instrumentos y bases que componen la música de Miel Noir. Sonido sucio, minimalista, muchas veces completamente atonal, pero contundente, directo y sin concesiones. Como nota curiosa a la actuación , decir que mientras comenzaba la actuación, se repartió miel entre los asistentes, sin duda algo totalmente inesperado y ciertamente diferente. Una vez terminada la actuación de Miel Noir, le tocó el turno a otro de los platos fuertes del festival, Foresta di ferro.
Madrid Le Blanc Festival 2008
La formación italiana compuso un concierto denso y en donde dieron una muestra de por que son una de las bandas de referencia en el panorama de la música Neofolk y postindustrial. Cada uno de los temas es una historia, una muestra perfecta de como conjugar melodías suaves y delicadas con las mas furiosas percusiones y los más oscuros pasajes sonoros. Además de la ya de por si riqueza de la música, se acompaña con una poderosa presencia escénica que completó perfectamente el conjunto. El concierto fue intenso, muy intenso, y cada una de las canciones interpretadas reverberó de forma tronante y contundente en los oídos de los asistentes. Sin duda, una de las mejores actuaciones de todo el festival. Madrid Le Blanc Festival 2008

Para terminar, salieron al escenario Ostara, sin duda, otro de los grupos de referencia en las escena Neofolk actual. Después de tres días de música densa, oscura, con fuertes bases pregrabadas y mucha, mucha percusión, la actuación de Ostara fué el mejor epílogo posible al festival. Dos guitarras acústicas y la voz de Richard Leviathan, compusieron la propuesta de Ostara. Canciones delicadas, suaves , con una instrumentación y arreglos simples, pero profundas tanto en el concepto como en la ejecución. Una detrás de otra fueron desgranando temas de su discografía, con una solvencia fruto de su larga trayectoria sobre los escenarios.

Y así se dió por finalizada la primera edición del MLB festival. Sin duda, los asistentes al evento pudieron disfrutar de algunas de las mejores bandas actuales en la escena Neofolk, dark ambient y postindustrial si bien y por momentos, todo el resultado se vió lastrado por los deficientes medios sonoros. Una muy buena propuesta que esperemos que fructifique y tenga su continuación en la segunda edición, que esperamos que se lleve a cabo. Es realmente raro que se celebren este tipo de eventos en Madrid, y realmente es de agradecer la valentía de sus organizadores para llevar adelante un festival de tres días.

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Evento Comentado por: Dagnir Glaurunga  
Fotografía por Dagnir Glaurunga  

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