El director de la afamada y terrorífica Wolf Creek recrea en esta ocasión un clásico del cine de terror donde el protagonista principal es un feroz cocodrilo de los pantanos de Australia.
"El territorio de la bestia" dirigida por Greg Mclean con la distribución de Amazing! Pictures y presentada Abril de 2008. Interpretada por Radha Mitchell como Kate Ryan & Michael Vartan como Pete McKell & Sam Worthington Neil desde Australia y pertenece al género Thriller , tiene una duración de 92,00 minutos. Enlace Relacionado:El territorio de la bestia Valoración: 8.25 sobre 10
Tenemos entre manos otra de las películas que han pasado por nuestros cines sin pena ni gloria, poca publicidad y periodos cortos de proyección. Tanto es así que hasta yo mismo caí en la trampa de que cuando una película apenas se publicita es porque realmente no merece mucho la pena. Nuevamente estaba confundido. El territorio de la bestia, aun bajo este título tan comercial y quizá confuso, esconde una gran película que dista mucho de lo que a priori podríamos esperar de ella.
El territorio de la bestia cuenta la eterna lucha entre el hombre y la bestia. En este caso entre un grupo de excursionistas y un feroz cocodrilo. Leyendo hasta estas líneas quizás puedas hacerte un mapa mental del guión de la película, y estoy seguro de que no estarías muy desencaminado, sin embargo, la gran sorpresa que guarda esta película es la forma de contar la historia, la seriedad y el intento de hacer una película con pocos tópicos, poco comercial e incluso didáctica.
Tenemos el elemento de una bestia que obviamente atacará y pondrá las cosas difíciles a unos asustados e indefensos turistas. A simple vista, con estas palabras nos vendrán a la cabeza películas similares, como por ejemplo Aracnofobia, Serpientes en el avión, o Anaconda. Y es comparando estos títulos con El Territorio de la Bestia donde vemos claramente su principal diferencia. En estas películas el trasfondo de animales comunes transformados en gigantes o letales bestias y en situaciones casi inverosímiles es lo que caracteriza y da rienda suelta a las películas. En El Territorio de la Bestia la historia está contada desde un modo más real, más cercano al espectador, y sobre todo en base a unas circunstancias que bien pudieran ser reales y ocurrirnos a cualquiera. Desde los primeros minutos del metraje, gracias a la interpretación de los personajes, la acertada dirección de Greg McLean (Wolf Creek) y la destacable fotografía, se nota que estamos ante una película distinta, y ya te guste o no, te divierta o te aburra, lo que está claro es que es una película que no trata de ser comercial ni exagerar desmesuradamente las situaciones que nos cuenta. Un ejemplo de esto podría ser en la escasa aparición del cocodrilo. Allí donde en otras películas los monstruos son siempre mostrados desde el principio, normalmente creados por la infografía de grandes estudios, en El Territorio de la Bestia apenas podemos intuir su presencia hasta alcanzando el final, donde podremos disfrutar plenamente su aparición.
La película podría dividirse en dos partes. La primera (a mi modo de ver la más interesante, creíble y más inquietante) comienza cuando Pete (Michael Vartan de la serie Alias) viaja hasta Australia para realizar un reportaje sobre la industria turística. Allí decide realizar un viaje en barco con otro grupo de turistas. Llegando la noche, algo muy grande les ataca y les deja estancados en una pequeña isla de pocos metros cuadrados. Pronto descubrirán que un cocodrilo les merodea. Han entrado en su territorio y ahora son sus presas. Los problemas no hacen más que comenzar: La marea empieza a subir y en pocas horas la pequeña islita quedará bajo el agua, y los supervivientes a merced del cocodrilo. Esta primera parte, como ya he dicho, me parece mucho más interesante y me recuerda mucho a ciertas películas que nos cuentan circunstancias horribles basadas en hechos reales, como A la Deriva o Open Water. Quizá esto sea lo más terrorífico de la película, pensar que si algún día hiciéramos una travesía parecida podría ocurrirnos algo similar. Todo transcurre entre la presentación de los personajes, el accidente que les lleva a quedar varados en la isla y finalmente los distintos intentos de abandonar la islita y llegar al otro lado del río, donde puedan poner finalmente los pies sobre tierra firme y alejarse de la amenaza. Una vez conseguido esto llega la segunda parte, que quizá ya tenga más de esas películas que antes comenté, pues pierde un poco de credibilidad al ver a nuestro protagonista Pete metiéndose de lleno en la guarida de la bestia y casi luchando cuerpo a cuerpo con la misma.
Hay quien dice que la película está plagada de tópicos, pero yo realmente he visto todo lo contrario. Me ha parecido muy seria, sin exageraciones, y aunque quizá los personajes no sean de los mejores que he visto en mi vida, realizan bien sus papeles; realmente tampoco es que requieran papeles de Oscars. Hay quien dice también que Wolf Creek, la primera obra del director, es más original y está mejor llevada.... Ya en su momento reseñé tal película y realmente no estoy nada de acuerdo con estos comentarios. Ambas peliculas no basan sus guiones en historias originales, pero es que lo del asesino en serie tipo La Matanza de Texas ya está más que rodado. El Territorio de la Bestia está plagada de tensión, de momentos interesantes y casi ninguno aburrido, porque cuando no estamos agarrados a la butaca, estamos aprendiendo cosas sobre las costumbres de los cocodrilos etc. Por todo ello, y alguna sorpresa más, recomiendo esta película. A ver si puede ser que reciba un trato mejor de lo que ha recibido hasta ahora.
Quizá esto sea lo más terrorífico de la película, pensar que si algún día hiciéramos una travesía parecida podría ocurrirnos algo similar. Todo transcurre entre la presentación de los personajes, el accidente que les lleva a quedar varados en la isla y finalmente los distintos intentos de abandonar la islita y llegar al otro lado del río, donde puedan poner finalmente los pies sobre tierra firme y alejarse de la amenaza. Una vez conseguido esto llega la segunda parte, que quizá ya tenga más de esas películas que antes comenté, pues pierde un poco de credibilidad al ver a nuestro protagonista 