Paolo Greco, creador y líder de Notes From Underground, nos descubre los secretos de su nuevo proyecto.
¿De dónde nació el nombre Notes From Underground? ¿Cuál es su significado?
En el año 2001 colabore con mi amigo Wolf Rahlfs (actor y director alemán) en una produccion teatral independiente de una obra con dicho título. Se trata de un monólogo escrito por el neoyorquino Eric Bogosian en forma de diario personal (el texto guarda cierto paralelismo con la obra escrita por Dostoyevski en 1864 traducida al castellano como “Memorias del subsuelo”). Relata las observaciones y los pensamientos que vagan por la mente del protagonista – un ser que vive totalmente al margen de la sociedad, cual anacoreta metropolitano encerrado en su apartamento de Nueva York, pero que urga en sus recovecos y expone lo que encuentra desde puntos de vista nada convencionales, incitando al público a la reflexión. Personalmente me marcó bastante y a nivel creativo fue un momento muy importante para mí.
A nivel semántico, “notes” en inglés tiene también esa connotación musical. Si a eso le añadimos que mi estudio de grabación (que es donde ensayamos) está ubicado en un sótano, el nombre nos va como anillo al dedo.
¿Cuáles han sido tus influencias principales a la hora de crear este proyecto?
Sin orden ni concierto, grupos como Ministry, KMFDM, Skinny Puppy, Front Line Assembly, Marilyn Manson, Das Ich, Prodigy, Fear Factory, Machine Head, Strapping Young Lad, Pantera, Rammstein, Depeche Mode y, por supuesto, los maestros aunque no los pioneros en esto: Nine Inch Nails.
He detectado una notoria influencia del trash metal en tus composiciones, ¿eres seguidor de esta tendencia musical?
Efectivamente alguno de los grupos que acabo de mencionar entran dentro de dicho estilo o al menos en algún momento de su carrera se les etiquetó de tal. Pero más que en las composiciones de manera global, yo hilaría un poco más fino y si acaso diría que es en las guitarras donde se puede palpar dicha influencia. Lo cual no significa en absoluto que Notes From Underground sea un grupo trash metal aderezado con música electrónica. En absoluto! En N.F.U el papel de esos riffs es el mismo que tienen los licks de leads en el hardcore techno o en el gabber – son motivos a la vez rítmicos y melódicos que junto con la base del bombo y la caja te arrastran a la pista de baile (o a hacer moshing si lo prefieres!).
¿Como definirías el sonido de este primer trabajo de Notes From Underground?
Pues mira, es una cuestión que no me plantearía si no fuera por las salas de conciertos que siempre te lo preguntan, o las entrevistas en las que con mayor o menor tacto ceden la palabra al músico para que sea él o ella quien mordiendo el anzuelo caiga en la trampa de auto-etiquitarse. Para nosotros, desde dentro, N.F.U es una banda de rock. Ésa es la energía que se genera. Si las guitarras entran en la categoria del Trash o no, como para tirar de dicha etiqueta… yo creo que no. Son riffs muy cañeros pero no es la firma que marca todos los temas. También hay elementos de techno, hard-techno, rave, goa, electrónica, trance, EBM, etc…Creo que lo que distingue a N.F.U de muchas bandas que unifican esta amalgama de ingredientes es el hecho de que las estrofas son totalmente cantables y los estribillos en cierto modo pueden llegar a ser incluso pegadizos. A mí me facilita mucho la tarea usar el término rock electrónico para salir de este tipo de atolladeros. Abarca mucho y no concreta nada. Si queremos ser pedantes u horteras nos podemos sacar un término de la manga como electro-rock o, peor aún, Nu-rock (o con diéresis, Nü-rock, que queda más cool). Pero no viene a cuento y dista mucho de nuestra actitud. Creo que el sonido de Notes From Underground lo dictan los temas y su producción, y a mí me suenan a una sola cosa: Notes From Underground.
Tengo entendido que tanto la composición como la producción del disco ha corrido de tu mano íntegramente, ¿ha resultado un trabajo difícil?
Sí, a nivel de estudio toda la labor la he realizado yo. La composición, los arreglos, las secuencias, la ejecución de las guitarras, la voz y la producción. Es una labor que me apasiona desde siempre, y a la que tengo la suerte de poderme dedicar no al 100% pero sí en gran medida. También hay que currarselo, no es todo cuestión de suerte… Ha sido una tarea en cierto modo arqueológica. Me explico. Los bocetos (muy elaborados, pero no obstante bocetos) de estos temas los grabé entre 1998 y 1999, a renglón seguido del CD de Ecodalia “Time as Told”. Y ahí los guardé, como diria Björk, en pequeños cajones de mi cerebro para posterior uso. La labor arqueológica fue recuperar esos archivos, trasladarlos de un PC arcaico a un Mac con ProTools, revisar todo pista por pista, elemento por elemento, hacer los ajustes y las modificaciones pertinentes, actualizar algunos sonidos que lógicamente están obsoletos a día de hoy, grabar (o regrabar) todo lo que faltaba y obviamente realizar mezclas nuevas partiendo de cero.
La segunda fase, algo menos apasionante quizá, constaba de preparar los temas para directo, dado que hay muchas secuencias electrónicas, muchos loops, además de que llevamos una batería electrónica en directo, los efectos de la voz programados, va todo muy medido hasta el punto de llevar nuestra propia mesa de mezclas ya configurada, y siempre hay que hacer reajustes para que aquello que has concebido en el estudio funcione igual en directo, que no siempre es el mismo material, sobre todo en este tipo de bandas donde se mezclan tantos elementos.
Por el momento el sonido logrado en el estudio está teniendo buena acogida y muy buenas críticas. Lógicamente, hay que estar a la misma altura en directo.
¿Dónde y cómo conociste al resto de componentes que te ayudan con los directos?
GUIGHER formaba parte de Escalera Sin Peldaños allá por los 90. Hacía las veces de técnico en el programa de radio que tenían y le conocí cuando me entrevistaron (no recuerdo bien con qué grupo). Años despues volvimos a coincidir por medio de un amigo común, quien amablemente sugirió a Autumnal – grupo en el que GUIGHER tocaba el cello - grabar en mi estudio su CD "Grey Universe". Hubo muy buena energía entre nosotros a nivel musical y creativo en general, y empezamos a trabajar juntos en distintos campos desde entonces. Al principio más a nivel docente, a caballo entre Ondas Escolares y Microfusa, y ahora ya a nivel musical.
A Pumuki le conocí por medio de un ex-alumno mío de sonido. Tocaba la batería en su grupo, y después de verles un par de veces en directo les propuse hacer unas sesiones demostrativas de grabación en una escuela. Fue entonces cuando le propuse unirse al proyecto.
MdA imparte clases de sonido con nosotros en Microfusa. GUIGUER y yo le vimos tocar en directo y era evidente que tenía mucho nivel. Además ha hecho giras a ambos lados del Atlantico y tiene un grado de profesionalidad que escasea.
He de decir que una de las cosas que me hizo postponer tanto el arranque definitivo de Notes From Underground fue el factor humano. Estaba harto de conflictos en uno u otro sentido. Afortunadamente, en N.F.U me acompañan 3 miembros que, además de ser músicos e ingenieros de sonido, son grandes personas. Cosa nada fácil de encontrar hoy en día.
¿Cuáles son tus grupos góticos favoritos?
Sabido es de todos que mucho depende la respuesta de a qué llamemos gótico, musicalmente hablando. Mi toma de contacto con ese amplio abanico fueron los, llamemosles, “clásicos”. Léase The Sisters of Mercy, The Mission, The Cure, Joy Division y Bauhaus. Y en muchísima menor medida, algunos de sus respectivos clones, como The Wake, The Merry Thoughts, Rosetta Stone, y demas… esa lista debe ser infinita. Por otra parte, me gustó mucho en su momento el primer disco de Das Ich, que ya les he mencionado antes. Siempre me hacen recordar a un grupo canario que se llamaban Malas Artes – increíbles. También me gustaron los grupos del trío de guitarristas que yo llamo en broma “la santísima trinidad” – Valor, Bari-Bari y William Faith – a saber, Christian Death, Mephisto Walz y Faith & the Muse. Y luego ya, saliéndonos un poco de estos confines, me gustan otros grupos que, en mayor o menor medida, también se han asociado al gótico, como Cocteau Twins, Dead Can Dance, Miranda Sex Garden, Switchblade Symphony, Bel Canto y, cómo no, Depeche Mode.
Algunos de los derivados que han surgido después de todo aquello también están bien, como HIM, The Killers, Placebo, Curve, Orgy, She Wants Revenge, Cinematics, Interpol, Franz Ferdinand, Kill Hannah, Skillet, pero a estas alturas uno tiene ya el oído demasiado acostumbrado a escuchar analíticamente desde el punto de vista de la producción musical y lo que ocurre es que ves con demasiada claridad los “guiños” y las “citas” que se hacen de los originales. Y no tiene tanta gracia. La vertiente más “purista” del gótico actual, como siempre, la ignoro por completo.
