Esta banda procedente de Rusia nos obsequia melodías lúgubres y pasajes cadenciosos, en una línea que bien nos puede recordar a los trabajos de Sonne Hagal o de Tony Wakeford con su Orchestre Noir
"Austradeiwa" es un trabajo de Romowe Rikoito editado en Ars Benevola Mater (Ref: ABM10) en Agosto de 2005. Interpretado por Julia como vocalista & Victoria como flautista y teclista & Johny como guitarrista & Anny como violonchelista & Nicktorius como vocalista y guitarrista & Elena como violinista desde Rusia y navega entre los estilos Dark Folk & Neoclassical y tiene una duración de 57,41 minutos. Enlaces Relacionados:Romowe Rikoito & Ars Benevola Mater Valoración: 8.5 sobre 10
Estamos ante el tercer trabajo de la banda rusa Romowe Rikoito, después de “Narcissism” de 1996 y "L´Automne Eternel" de 2000, editados en el sello Brudenia y que hoy son piezas de colección.
Es una banda de Dark Folk en la vertiente más neoclásica del género, no en vano cuentan con flauta, piano, violín y violonchelo acompañando a las consabidas guitarras acústicas y voces. Sin embargo, no hay percusión de ningún tipo como es frecuente en bandas del género de carácter más marcial. No hay programación electrónica, con la excepción de algunos sonidos extraídos de campo, de aves en el bosque o cosas parecidas, así que no se puede hablar de que haya una sección electrónica o de programación en la música, es puramente acústica.
La tendencia de los temas es muy bucólica, con un aire de amor hacia el bosque y la naturaleza, no es una música alegre, más bien parsimoniosa y arrulladora, incita más a la contemplación que al baile, es reflexiva. Esto se debe al peso específico del violonchelo –a cargo de Anny– y del violín –ejecutado por Elena– llevados al terreno melancólico donde son muy productivos. Pero las composiciones son preciosas y muy elaboradas al contar con muchos elementos musicales.
Las voces también contribuyen a este ambiente, la de Niktorius –el líder de la banda– es grave y apesadumbrada, a veces acompañado a coro por la voz de Julia, que subyace como la llamada de las ninfas, muy etérea. De no ser por las guitarras folkie de Johnny y Niktorius, estaríamos hablando de un grupo neoclásico prácticamente.
La verdad es que todas las canciones son preciosas, aunque quiero destacar “Blueberry song” quizá una de las menos tristes, muy delicada y preciosista, de melodía muy pegadiza. “Etbaudinsna” abre este estupendo trabajo, es un tema de la vertiente más triste pero de una gran exquisitez, con unos violines soberbios que conducen la composición y nos trasladan a paisajes remotos.
Voy a mencionar también “The Quest”, ejecutado a dos voces y que es quizá mi favorita de todo el trabajo. “Artémis” está también muy lograda, es una de las más lúgubres, es lenta y pausada, con el piano y el violonchelo marcando la pauta. Solamente menciono estos cuatro temas para dar una aproximación a las notas más destacables dentro del conjunto del CD, pero puedo asegurar que no tiene desperdicio.
Es un trabajo de altísima calidad y que recomiendo vivamente tanto a los amantes del Dark Folk como a los que tiran más por la vertiente neoclasicista. Puede tener algunos paralelos como los proyectos "Noir" de Tony Wakeford (L´Orchestre Noir, Trio Noir, etc.) o la propuesta melódica de Sonne Hagal. Es una pena no poder hacerse con los dos trabajos previos pero ¡qué remedio! Nos quedamos con “Austradeiwa” que es un CD sobresaliente.