Aunque no se trata de una novedad, siempre resulta fundamental atender al comentario de uno de los trabajos más representativos de la vertiente ruidista hispana: la magistral colaboración entre Scumearth y uno de los pioneros del movimiento japanoise: KK Null.
"K.K. Null/ Scumearth" es un trabajo de K.K. Null & Scumearth editado en R.O.N.F. Records (Ref: CDN-004) en Febrero de 2012. Interpretado por Alonso Urbanos como compositor & Kazuyuki Kishino como compositor desde España & Japón y se centra en el estilo Noise y tiene una duración de 48,46 minutos. Enlaces Relacionados:Scumearth & R.O.N.F. Records Valoración: 7.75 sobre 10
Este trabajo homónimo vio la luz hace ya tres años. Sin embargo, su intensidad, su fuerza, su dinamismo y su desbocada impulsividad son marcas referentes que han servido de impronta para una reciente generación de amantes del ruido desnudo. Dos grandes de esta escena se dan cita en un CD que destaca por su impecable ecualización, la cual corrió cargo de uno de los estandartes peninsulares del mundo oscuro madrileño, Alberto Hernández Serradilla, más conocido por su pseudónimo “XIII”.
KK Null no necesita presentación, y Scumearth creo que, a estas alturas, tampoco hace uso de ella. El primero es uno de los pilares fundamentales de lo que a partir de la década de los noventa del siglo pasado se vino conociendo con el nombre de japanoise. Un movimiento que estaba engendrándose desde comienzos de la década anterior, pero que no perfiló su forma definitiva hasta que los americanos lo observaron de manera global y decidieron otorgarle un apelativo. Kazuyuki Kishino, líder de KK Null, ya se encontraba ahí antes de que todo esto ocurriese. Él fue uno de los primeros, junto con Merzbow y Nord, a la hora de manifestar su espontaneidad usando el ruido como intérprete. Escuchar a KK Null siempre resulta una grata experiencia, y si además aparece Scumearth en la misma obra, el torbellino de sensaciones que se origina es aún más estimulante.
Scumearth es la idea de un artista. El nombre de este genio es Alonso Urbanos, y de su sorprendente iniciativa han emergido obras admirables, tanto en el arte iconográfico como en el puramente musical. Alonso sabe dejar con la boca abierta incluso a los propios conceptualizadotes de la escena ruidista, y eso siempre es digno de elogio. Sus fugaces pinceladas acústicas, nerviosas pero firmes, y sobre todo elegantes y variadas en tono, plasticidad, timbre e intensidad, le han convertido en lo que es a mi parecer uno de los proyectos más laureados de la música electrónica extrema.
Pocos meses después del lanzamiento de este CD unos pocos tuvimos la oportunidad de ver a ambos genios en un concierto organizado por la tienda de discos Rotor en el auditorio de la madrileña Casa Encendida. La experiencia fue inefable, aunque la sala adolecía de un volumen de sonido que no estuvo, literalmente, a la altura de las circunstancias.
A pesar de no poder contar con una muestra digitalizada de tan magnífico evento, siempre resulta un auténtico placer disfrutar de una verdadera obra de arte como la que presentó el sello canario R.O.N.F Records y que ahora tengo el placer de reseñar. Cinco cortes desgarradores y sanguinolentos de los cuales unos corresponden a KK Null, como es el caso de ‘Plutonium 2011’, que se encarga de dar comienzo a la obra; y otros a Scumearth, como los tres que le suceden, donde Urbanos da buena fe de su calidad como compositor experimental carente de tabúes. El último tema, ‘Time-Quake’, supone una colaboración entre estas dos mentes en constante devenir conceptual.
Una edificante muestra de música abstracta que arremete contra las paredes del sentido común con la intención de fracturar su argamasa.
El espectacular y llamativo diseño del embalaje corre cargo del propio Urbanos, que consigue cimentar en un solo objeto su indiscutible y polifacética calidad como artista.
"KK Null + Scumearth" es un trabajo de obligada referencia.
