Rapoon, uno de los proyectos más remarcables del ámbito post-industrial, continúa su batería de lanzamientos con el sello polaco Zoharum. “Fall Of Drums” es un misterioso y embriagador CD repleto de sorpresas.
"Fall Of Drums" es un trabajo de Rapoon editado en Zoharum (Ref: ZOHAR 078-2) en Septiembre de 2014. Interpretado por Robin Storey como compositor desde Gran Bretaña y navega entre los estilos Dark Ambient & Experimental y tiene una duración de 64,47 minutos. Enlaces Relacionados:Rapoon & Zoharum Valoración: 7 sobre 10
Robin Storey es, a ciencia cierta, una de las personalidades más versadas y reconocidas del panorama post-industrial. Tras su paso por el arquetípico combo británico Zoviet France, Storey no ha parado de definir paisajes eclécticos en los que predominan elementos tribales y étnicos combinados con drones gestados a base de sintetizador y loops desconcertantes. El resultado es una música dotada de gran plasticidad y dinamismo. Un esquema compositivo que, manteniéndose fiel a sus premisas, consigue obtener resultados cada vez más originales y genuinos.
En esta ocasión, Storey dibuja entornos acústicos en los que preponderan las melodías étnicas de corte arcaico. El nombre con el que se ha bautizado, “Fall Of Drums”, aporta una idea muy aproximada de lo que dentro de él nos podemos encontrar.
“Fall Of Drums” está compuesto por cuatro temas, el último de ellos,’The heat Beguiles’, supera holgadamente los treinta minutos de duración. En esta álbum Storey vuelve hacer acopio de su característico estilo para crear composiciones rebosantes de expectación y misterio. Los ecos tribales ilustran una vez más el sentido de la esencia compositiva de Rapoon. Temas que atrapan al oyente en una jaula construida a base de estructuras rítmicas revestidas con elementos lineales, cuya vistosidad viene dada por las constantes modulaciones acústicas, que actúan dando cierto relieve, a base de ecos, flangers y cutoff.
Su sonido no nos descubre nuevos horizontes, más bien analiza los ya planteados, ofreciendo un nuevo enfoque en el que se exploran diversas posibilidades. El clima del disco es bastante gélido, muy en la línea de este prolífico artista.
Storey sabe cercenar el tiempo, adornándolo con percusiones que se desvanecen en constantes ecos. Esta predominancia de bongos y darbukas quizá sea el aporte más relevante del trabajo.
Este disco sigue la marca compositiva ya evaluada en los anteriores lanzamientos que el artista ha publicado con el sello polaco Zoharum, como el disco compartido con Promute Machine o “To West and Blue”. Esta casa vuelve a servir de morada al artista, lanzando al mercado una tirada estrictamente limitada a quinientos ejemplares.El disco se presenta inserto en un formato ecopack que imita la carpeta de doble vinilo.
“Fall Of Drums” puede servir como referencia para introducirse en la holgada discografía de este excepcional proyecto, ya que sintetiza con acentuada elegancia los rasgos más característicos del estilo planteado por Storey a lo largo de su longeva andadura musical. Un disco que condensa el espíritu primigenio de Rapoon, pero que a su vez queda libre de imperfecciones gracias a la erosión realizada por la experiencia del artista.