Este nuevo trabajo hace que SLOD toquen techo, subiendo de paso el listón dentro de la (casi inexistente) escena de música (muy) oscura en este país. Anotado desde ya, como uno de los imprescindibles del año.
"Donde habite el olvido" es un trabajo de Silent Love of Death editado en Autoproducido (Ref: SLODDHEO) en Mayo 2009. Interpretado por Juan Carlos Toledo como compositor y voz & Miguel Angel Toledo como compositor desde España y navega entre los estilos Postindustrial & Neoclassical & Experimental & Dark Ambient y tiene una duración de 38,11 minutos. Enlace Relacionado:Silent Love of Death Valoración: 9.25 sobre 10
El otro día, leyendo a solas, sentí una presencia justo en la puerta de la habitación donde me encontraba. A pesar de haber girado la cabeza rápidamente, allí donde noté algo ya no había nada, como no podía ser de otra manera… ¿o quizás sí? Ya no lo tengo tan claro, desde que hace semanas escucho asiduamente Donde habite el olvido, el más reciente esfuerzo de Silent Love of Death por aportar algo diferente a la música oscura hecha en nuestras tierras.
Lo primero que llama la atención de este espléndido trabajo es cómo ha evolucionado el sonido desde The Poets’s senses, su anterior compendio de inspiraciones en poesía patria, derivando del Dark Folk con toques Cold Wave de aquel entonces, a un estilo más personal, aunando elementos tanto de Spoken Word como de Neoclásico e incluso de Dark Ambient… no obstante, la guitarra acústica que tanta relevancia tuvo en el pasado, no ha desaparecido del todo; solamente en Nocturno entre las musarañas – la más etérea y melancólica de todas- o en Elegía española se hace notar algo más que en el resto de cortes, sirviendo de hilo conductor dentro de la tupida telaraña tejida con los demás instrumentos.
Otro cambio importante es del registro idiomático –del inglés al español-, que contribuye a facilitar la inmersión en las composiciones del disco, inspiradas en esta ocasión, en la obra del poeta surrealista Luis Cernuda -nombre clave en la generación del 27- cuya obra aparece marcada por el deseo y su lucha contra la realidad o el amor en su vertiente más lóbrega y desoladora, encajando textos y música como si unos y otros hubiesen sido compuestos a la par.
En el resto de los nueve temas del disco, son las percusiones -marciales cuando las hay-, los majestuosos pero inquietantes teclados y los samples -tratados para encajar en las melodías como un instrumento más-, los que dotan al conjunto de un carácter espectral que en algunos temas cobran inusitada fuerza, como en Cuerpo en pena o Linterna roja –juro ésta última ha conseguido provocar más de un escalofrío en el que suscribe- lo que hace que de alguna manera el sonido levante el vuelo y se interne en terrenos más abstractos y evocadores, Soñando la muerte –donde la voz adquiere mayor musicalidad- o Como la piel son buenos ejemplos de ello.
Se vislumbra una luz al final del túnel en País, que enlaza con la parte más sombría del trabajo pero va ganando en luminosidad al intensificarse la vertiente neoclásica, culminando definitivamente en el tema que da título y cierra el conjunto, con un extracto de la voz del poeta recitando sus propios versos.
Como dije antes, en esos dúctiles terrenos lo cierto es que los músicos se mueven con admirable soltura, llegando con este nuevo sonido donde antes no lo habían hecho, despojándose de etiquetas y de los límites invisibles que conllevan pero dejando patente la marca de la casa que sigue estando ahí, atrapando con fuerza al oyente en cada nueva escucha.
No es un trabajo excesivamente largo, bien equilibrado y no creo que haga falta siquiera insistir en lo recomendable que es para cualquiera que no tema pasear donde reina la sombra más negra –trágicamente romántica- del surrealismo.
Por último, comentar que la forma más fácil para hacerse con una copia del trabajo, es contactar directamente con sus autores y no puedo pasar por alto mencionar la -francamente acertada- ambientación visual elaborada por el realizador Guillermo García para Como la piel,el tema que nos sumerge en este apasionante pozo de tinieblas. Con esto queda todo dicho.
Otro cambio importante es del registro idiomático –del inglés al español-, que contribuye a facilitar la inmersión en las composiciones del disco, inspiradas en esta ocasión, en la obra del poeta surrealista 
