Denunciando al desgarre político, espiritual y económico que viviremos dentro de quince años, Trent Reznor nos muestra su lado más sensible, sin dejar en segundo plano la hostilidad innata de este grupo de culto.
Culminación Industrial dejando al margen la belicosidad que los caracteriza.
"Year Zero" es un trabajo de Nine Inch Nails editado en Interscope Records (Ref: 0602517324237) en Abril de 2007. Interpretado por Trent Reznor como productor-compositor & Atticus Ross como asistente técnico & Alan Moulder como colaborador desde Estados Unidos y se centra en el estilo Rock Industrial y tiene una duración de 62,30 minutos. Enlaces Relacionados:Nine Inch Nails & Interscope Records & Web del cd Valoración: 7.5 sobre 10
Nos encontramos con el quinto álbum de estudio de Nine Inch Nails (NIN) después de veinte años de incondicional e envidiable recorrido artístico. Producido principalmente por su fundador y espina dorsal del conjunto, Trent Reznor , "Year Zero", también conocido como "Halo 24", es la apuesta más arriesgada que jamás haya podido hacer.
El listón estaba realmente alto con "With Teeth" (sin mencionar el mítico "The Downward Spiral", entre otros), pero Reznor ha sabido perfectamente cómo hacer de este álbum algo muy cautivador, criticando, sin pudor alguno, el plan político, espiritual y económico... haciendo resurgir inminentes momentos de verdad sin tener que esperar quince años.
Matizar a nuestros lectores que quien esté buscando, una vez más, su dosis de autopadecimiento y belicosidad en NIN, con este álbum lo tiene sumamente difícil. Tras dos decadas de carrera NIN ha evolucionado con paso de coloso hacia el lateral y no hacia delante, pero siempre dejando el listón muy alto.
Los míticos fundamentos industriales y el rock férreo y desenfrenado de los últimos años han sido apartados para dar paso a unos tiempos medios y melódicos en casi la totalidad de su disco. Nos encontramos con la vertiente más opuesta de la mítica escena industrial. Pianos muy lentos, vocesirreconocibles en sincretismo perfecto con distorsiones desgarradoras, que nos sobrecogen el alma en cuanto lo escuchamos.
No será a causa de este trabajo que dejaremos de pensar que NIN “ya no es un grupo de culto”, más bien todo lo contrario. Reznor ha conseguido formalizar su madurez como artista ofreciéndonos canciones más elaboradas, más profundas, más lentas (sin entrar, eso sí, en el aburrimiento, generalizado por los incondicionados que temen la “evolución” de su grupo favorito).
El trasfondo personal de sus últimos cometidos deja paso a un disco conceptual centrándose directamente en el juicio del panorama norteamericano y mundial en un futuro no muy lejano.
No considero que los fanáticos se vuelquen plenamente en este trabajo o más bien lo desestimen por haber alterado su filosofía. ¿Adorarlo u odiarlo? No tiene sentido alguno encontrar una respuesta al escucharlo, ni declinarse hacia un lado u otro de la balanza. Más bien podemos decir que ahora, sí, podemos elegir entre un NINagresivo, provocador, desaforado, con sus primeros trabajos... o el NIN más sensible, piadoso, flemático... Sin dejar en segundo plano la hostilidad innata de este gran grupo de culto.
Con todos estos elementos en escena, el espíritu del panorama industrial resurge en toda su esplendorosa culminación apoyado bajo una capa de atractivo realismo en el mundo en que vivimos… de una manera un tanto diferente…