Una nueva visita de Diary of Dreams a Madrid, con un público cada vez más numeroso, y con un grupo telonero, My Beloved Death, muy a su altura, en una sala, Ritmo y Compás, con una perfecta acústica.
Mereció la pena la larga espera, de más de una hora, desde que se nos citara, a las 9 de la noche, hasta que se nos abrieron las puertas, pasadas las 10. Entre el público, razonablemente impaciente, ya se oían comentarios con gracia e ironía, como: - Pues ya son más de las 10, nos vamos a perder a los teloneros...- Y lo parecía, ya que, cuando por fin comenzamos a pasar, sobre el escenario ya se encontraba el dúo de My Beloved Death y ya estaba sonando su música. Aún estaban haciendo las pruebas de sonido (buen sonido, por cierto, incluso en las pruebas). E inmediatamente comenzaron su actuación.
El local, Ritmo y Compás, no es demasiado grande, pero para un grupo casi recién nacido (hace poco más de un año que editaron su primer trabajo) pues está bastante bien. El escenario, por tanto, tampoco es demasiado grande, sin embargo, me dio la sensación de que faltaba algo, o de que era demasiado grande para sólo dos personas. No sé si My Beloved Death leerán este comentario y, en su caso, lo tomarían en consideración, pero yo les sugeriría para posteriores actuaciones, un escenario decorado con algo que haga ver que no sobra espacio. Pero, quitando ese pequeño y externo detalle, la actuación fue fenomenal. Me gustó, y no debí de ser el único por los aplausos que recibieron al final. Aplausos con un doble valor, puesto que provenían de un público que, realmente, estaba esperando la actuación siguiente y, además, con una enorme demora.
Como digo, la interpretación de My Beloved Death tuvo una respuesta positiva del público, que supo valorar las excelentes cualidades vocales de los cantantes, sobre todo las de él, Damasius, quien con una voz firme, honda y penetrante, se hizo dueño de todo el espacio sonoro. Impresionante voz la de Damasius. Voz acompañada de teclado y de sonidos programados, manejado por ambos, ya que ambos se alternaron en la palabra y en el teclado para ofrecernos una exquisita selección de temas de sus dos trabajos “The Throne of Desolation” y “Visions of Human Decay”.
Todos somos conscientes de que la música en directo no está sometida a los arreglos, pulimentos y perfecciones que se pueden hacer grabando en estudio, sin embargo, yo no sabría qué habría que perfeccionar musicalmente en el concierto que My Beloved Death nos ofreció, si acaso un mayor peso de la voz, incluso un mejor control, en los temas cantados por Elodia. Por último, decir sobre esta primera actuación que con sólo un poco más de aderezo escenográfico, desde mi punto de vista, ésta hubiera sido perfecta.
Casi tan interesante, para mí, como las actuaciones estuvo el descanso, ya que tuve la ocasión de conocer y hablar con Javier Martín Balsa, quien se encontraba entre el público. Javier Martín Balsa, dueño en cuerpo y alma de la banda Ultraviolet, estuvo también disfrutando del concierto, pese a su apretada agenda de eventos, ya que ahora mismo se encuentra promocionando su tercer álbum, “The Thin Line Between Love and Addiction”. Muchos conciertos, que de alguno de los cuales ya os daremos cuenta, así como de su reciente álbum próximamente a la venta.
Y, por fin, tras un breve descanso, llegó el momento esperado: Diary of Dreams sobre el escenario. Y es que ahora vi un escenario pequeñísimo para alguien tan grande como ellos. Me temo que las próximas visitas de Diary of Dreams deberán realizarse en un entorno mucho mayor. La sala estaba llena y seguramente que se debieron vender todas las entradas, o pocas faltarían, así que sugiero a los promotores un local bastante mayor para la próxima vez. Desde el primer momento hasta el final de su actuación, se veía y se notaba que Diary of Dreams disfrutaban con el público. Lógicamente, tiene que satisfacer muchísimo ver que a tu convocatoria se acude masivamente. Diary of Dreams comenzó su actuación con un tema de su último álbum 'Necrolog 43' y continuó con un tema de su álbum más antiguo 'False Affection, False Creation'. Tocaron 15 temas sin descanso: 'Nekrolog 43', 'False Affection, False Creation', 'The Plague', 'She', 'Chemicals', 'Son Of A Thief', 'Unwanted', 'Giftraum', 'Hypo)crypticK(al', 'Menschfeind', 'Unmensch', 'Amok', 'Traumtänzer', 'Soul Stripper' y 'Kindrom'.
Se lucieron espléndidamente los cuatro componentes, que estuvieron precisos, con temple y contundencia. El guitarrista, Gauna, tuvo además varios momentos de gloria. El batería D.N.S. tuvo el momento de gloria durante todo el concierto, estuvo impresionante; lástima que sentado a su batería no pudiera estar moviéndose por el escenario para lucirse aún más. Y el teclista, Taste, quedó un poco eclipsado tras el cantante, pero también tuvo su momento para lucirse.
La estrella de la noche fue Adrian Hates, a quien se le veía tan cómodo en el escenario como si estuviera en su casa. Disfrutaba haciéndonos disfrutar, se percibía en todos sus gestos. Moviéndose por todo el escenario, dirigiendo su mirada a todo el público en general y a cada uno de nosotros en particular. Se ve la calidad de este artista y su experiencia en directo en cada uno de sus movimientos y de sus poses... Y es que Adrian Hates ya tiene muchas tablas, además de mucho público conquistado. Ofreciendo el micrófono al público que cantaba, o gritaba, los estribillos: - wie meine augen glitzern?- (por ejemplo, éste, del ‘Traumtänzer’)... Bueno, un Adrian Hates visiblemente eufórico.
Tras estas quince canciones se retiraron del escenario, con un gran aplauso, desde luego. Nadie se movió de su sitio. Dábamos por supuesto que habría más... Y así fue, que tras un par de minutos volvieron los cuatro al escenario...
Me preguntaba, según iba transcurriendo el concierto, si no cantarían su famoso ‘Butterfly:Dance!’... Bueno, pues una extraordinaria versión de esta canción con protagonismo de la guitarra y con protagonismo, también, del público: - Hello? ...are you listening to me? Hello? ...why don't you speak a word to me? – Y tras un fenomenal ‘The Curse’... Aplausos. Saludos al público... etc... Y volvieron a salir del escenario.
Ahora sí... La gente quería más... Ahora ya sí que se gritaba “Otra. Otra...” (o en alemán, que no sé cómo se dice...).
Y volvieron teclista y cantante para ofrecer un ‘She And Her Darkness’ en donde Taste tuvo su momento de gloria con el teclado.
En resumen, un concierto espectacular, potente, impresionante, de Diary of Dreams en su conjunto, con mención especial a su batería, D.N.S, y a su cantante y alma mater, Adrian Hates.
Una pequeña decepción que tuve es que no estuviera Torben Wendt; debe estar bastante ocupado con su Diorama y su gira por Europa y América.
Finalmente, éste ha sido uno de los grandes eventos, en una sala casi desbordada, que hemos tenido el gusto de presenciar en Madrid... Enhorabuena a My Beloved Death y, por supuesto, a Diary of Dreams.
Mereció la pena la larga espera, de más de una hora, desde que se nos citara, a las 9 de la noche, hasta que se nos abrieron las puertas, pasadas las 10. Entre el público, razonablemente impaciente, ya se oían comentarios con gracia e ironía, como: - Pues ya son más de las 10, nos vamos a perder a los teloneros...- Y lo parecía, ya que, cuando por fin comenzamos a pasar, sobre el escenario ya se encontraba el dúo de 
Tras estas quince canciones se retiraron del escenario, con un gran aplauso, desde luego. Nadie se movió de su sitio. Dábamos por supuesto que habría más... Y así fue, que tras un par de minutos volvieron los cuatro al escenario...
