Primera entrega del proyecto paralelo de X-Fusion, con descargas brutales de electrónica agresiva y estética minimal
"Antipode" es un trabajo de Noisuf-X editado en Pro Noize & Dark Dimensions (Ref: PN 020) en Julio de 2005. Interpretado por Jan Lehmkämper como teclista desde Alemania y se centra en el estilo Electro Industrial Enlaces Relacionados:Noisuf-X & X-Fusion & Pro Noize Valoración: 7.5 sobre 10
Jan L., responsable directo de X-Fusion, se apunta al carro de este cada vez más aclamado género: el llamado electro-industrial, una suerte de electro para club, sometido a toda clase de vejaciones sónicas y distorsiones políticamente correctas. El resultado, jugando con el nombre del proyecto principal y con el término anglosajón noise, es Noisuf-X, un alias que recordará inevitablemente al ya legendario Noisex no sólo por sus afinidades fonéticas, sino también por razones estrictamente musicales.
Su primer disco, tras el éxito de su participación con el tema ‘Happy Birthday’ en el recopilatorio de Alfa Matrix ‘Endzeit Bunkertracks’, se titula ‘Antipode’, viniéndonos groseramente a sugerir una oposición a la referencia original de X-Fusion que no es tal, porque hay cosas que no cambian, y una de ellas es la personalidad de un artista, que no siempre es capaz de mudar de piel con la facilidad envidiable de un actor. Este primer álbum podría ser el inicio de un sinfín de discos plagados de temas pegadizos que, a buen seguro, serán pinchados en los locales más concurridos de Centroeuropa... (mejor no hablar de España, ¿verdad?).
Musicalmente hablando, ‘Antipode’ recurre a un tipo de sonido muy actual, a buen seguro fruto de la admiración plenamente gozosa que Jan L. debe profesar por proyectos semejantes al suyo como Noisex, Xotox, o, principalmente, Combichrist, - al que nos recuerda poderosamente en el tema ‘Happy Birthday’,- así como a Tumor, otrora ejemplo de comunión entre ruido y melodía, hoy otro tachón más en la lista de bandas del electro zumbón que tanto gusta... (Uno mismo es el primero que disfruta, sabiendo de qué se trata: productos de un mercado que cognosce de una situación embarazosa, y que no ha dudado en inflar el negocio hasta límites insospechados en la década pasada).
Así, este primer disco de Noisuf-X, nos va a hacer disfrutar, porque la cabeza pensante de X-Fusion es una mano maestra a la hora de masterizar un trabajo (que se lo digan al propio DJ Ash, que cuánto no tendrá que deber de su éxito con Heimataerde a esta estocástica faceta de la creación musical), y hay, indudablemente, temas que nos llamarán la atención, por ende nos harán bailar si tenemos la suerte de escucharlos en algún local (aún recuerdo con desagrado la experiencia de coitus interruptus que sufrí en la madrileña sala 666 con ‘This Is My Riffle’ de Combichrist)
Sí, vamos a ponernos el disco unas cuantas veces, porque hay material para pasar un buen rato... pero siempre desde nuestra perspectiva más lúdica, no le pidamos peras al olmo, no exijamos que nos retribuya con lo prometido en su carcasa de cartón (por cierto, cuánto puede llegar a gustar esta estética minimal del fondo blanco y los elementos indispensables; y, por otro lado, la foto de la avispa, ¿no recuerda a la mosca de Noisex? ¿Habrá sido intencionadamente?)
En fin, en el interior de la carcasa dice: “An apocalyptic and fearful view of the world is what Noisuf-X is (...)”, pero les aconsejaría que no se tomen al pie de la letra todo lo que leen (en lo cual me incluyo), y dejen los prejuicios a un lado para sentirse impulsivos y acompasar sus latidos al ritmo de ‘Abschaum’ o ‘Bastard’, en donde el secuenciador cobra más protagonismo y la estructura se acerca sensiblemente al sonido electro mencionado, o de ‘Die tam-tams klopfen nicht mehr’, un empalago catatónico de bombos machacones y samples germanos tan del gusto por estos lares (donde no se entiende una papa de lo que se escucha), o acudan, si se sienten más siniestros, a ‘Crank’, donde el ruido y las melodías oscuras se dan la mano bajo la insana intención de provocar placer puro y duro...
Podríamos seguir así indefinidamente, porque estamos ante un disco que se disfruta de principio a fin, y que está hecho, diga lo que diga nuestro amigo Jan L., para eso mismo: para dar gusto desde el gusto mismo que es hacer música. Ahí radica el éxito de esta fórmula que está llevando a Xotox o a Combichrist a los altares y que elevará también a Noisuf-X: antes que músicos, estos creadores son oyentes, y están deseando ponerse a los mandos de sus dedálicos aparatitos y hacer tema sí, tema también, con el riesgo que eso implica: más cantidad, menos calidad; pero sólo si equiparamos calidad a compromiso, es decir, al más casto sentido de la pragmática, esa época en la que hacías algo con la idea de comunicar algo, y de transformar a su vez el mundo con el que te comunicabas... En definitiva, demasiado para el cuerpo hoy en día.
Señores (y señoritas), lo mejor que pueden hacer es ponerse discos como éstos (y temas como ‘Das ende der welt’, absoluta casquería para los tímpanos), para degustar buena música que, al menos, es disfrutar de la vida con buen gusto; Por otro lado, si a eso es a lo que nos vamos a dedicar los habitantes de este mundo feliz, ¿no tendría razón nuestro amigo Jan L. al prometernos el Apocalipsis?
Su primer disco, tras el éxito de su participación con el tema ‘
Podríamos seguir así indefinidamente, porque estamos ante un 