Proyecto paralelo de Daniela Bedeski de Camerata Mediolanense donde melancolía, neoclasicismo y alquimia se funden de manera indisoluble. Increíble primer álbum de este dúo milanés.
"The Fire and the Rose" es un trabajo de RosaRubea editado en Old Europa Cafe (Ref: OECD 136) en 2011. Interpretado por Daniela Bedeski a la voz, a las campanas tibetanas, y a los arreglos & Pino Carafa al sintetizador, a los samplers y a los arreglos & Zeno Garbaglio al chelo & Marco Bosio al piano desde Italia y navega entre los estilos Ethereal & Neoclassical y tiene una duración de 26 minutos. Enlaces Relacionados:RosaRubea & Old Europa Cafe Valoración: 9 sobre 10
Cuando escuchaba este álbum por primera vez de pronto llegó el último tema del disco, ‘La Nozze Alchemiche’ y acerté a entender una letanía en italiano que hablaba de Sophia, madre del Sol y esposa del Sol, que es a lo que ellos llaman RosaRubea, nombre de este increíble proyecto. Es de estas cosas que te hacen sentir que un álbum es especial.
Hace algunos meses salía a la luz un single de Camerata Mediolanense, “99 Altri Perfetti” que nos llenaba de ilusión por ver una nueva obra del grupo italiano tras unos años de silencio. Se de buena tinta que habrá nuevo álbum muy pronto. Pues bien, Daniela Bedeski, vocalista de Camerata Mediolanense, en estos años ha ido escribiendo letras, preparando voces, ensayando con instrumentos para dar cuerpo a un proyecto paralelo. Para ello a encontrado al compañero perfecto: Pino Carafa, que se ha encargado del corpus musical mientras Daniela derrochaba su espectacular voz. Así ha nacido RosaRubea.
Además, el concepto de este “The Fire and the Rose” (título extraído de una obra de T. S. Eliot) está directamente entroncado con la Alquimia como metáfora de la transmutación personal: mediante los procesos vitales el hombre alquímico se puede transformar a si mismo en la piedra filosofal, imbuirse de la Sofía o sabiduría universal. Esto es lo que nos propone RosaRubea.
Las influencias literarias, aparte del citado T. S. Eliot, nos llevan a la poetisa medieval Cristina de Pisa en ‘L’Inconsolée’ y a la tradición escocesa en ‘The Twa Corbies’, texto en el que han recibido la ayuda de Andrew King. El resto son textos de ese proceso de cambio personal que ha experimentado Daniela Bedeski y que nos canta con su voz tan especial a lo largo del álbum.
La música es tremendamente intimista, con un poco de electrónica ambiental y melódica, con arreglos de chelo y piano en ocasiones, lo que da un equilibrio entre clasicismo y sonido actual, con una aureola de solemnidad que aparece por la voz tan dulce y profunda al mismo tiempo de Daniela. El sentimiento de trasmutación alquímica queda perfectamente reflejado en el devenir de las canciones, meditativas, suaves, que te van calando hasta llegar a la reflexión final. Este proceso se desarrolla en siete canciones, número mágico y alquímico, que para mi avidez ha resultado un poco corto. Es un disco que te deja con ganas de más pues el nivel y la profundidad de sus canciones te penetra hasta lo más íntimo.
Un disco que recomiendo fervientemente a aquellos que amáis la música tranquila y melódica con voces de corte heavenly pero que no se quedan ahí sino que tratan de llevarnos un mensaje de cambio y transformación personal. Un disco que me ha llegado.