Bailable y potente electrónica, una carismatica voz en clave femenina y un sin fin de mezcolanzas fetichistas e imágenes ímpudicas es lo que nos trasmite en su último álbum.
"Now Lie in It" es un trabajo de Spanking Machine editado en SM Music (Ref: VM1) en 2005. Interpretado por Mz. Victoria Kalimata como cantante & Lord Spanky como teclados y guitarrista & Kiki como bajista & Tromm Ler como bateria desde Alemania y navega entre los estilos EBM & Electro y tiene una duración de 60,04 minutos. Enlaces Relacionados:Spanking Machine & SMDungeon Valoración: 7.25 sobre 10
Tras una visita casual a un club fetish de Hollywood a finales de los 90, Victoria Vaus y Daniel Zuber (“Mistress Victoria” y “Lord Spanky”, tiene narices la cosa) fundaron la banda de Electro S/M “Spanking Machine”, presumiblemente impresionados por la experiencia. Pero, a diferencia de otros grupos de este mismo palo que pudieran practicar un limitadísimo hatillo compuesto de voces femeninas y chim-pums obsoletos (y aun reconociendo el lamentable error del nombre de la banda y de toda esa parafernalia barata que la rodea,) Spanking Machine se atreve en este su cuarto disco a evolucionar hacia terrenos más hondonados y prolíficos, intentando, ad mediam litterae, alquimiar la experiencia fetichista con las emociones, los rencores y todos esos sentimientos atroces que nos convierten en seres humanos, dotando de esta forma a su música de una mayor complejidad y variando hábilmente los registros de cada tema, venciendo así el peligroso hábito de la molicie, peste endémica del siglo XXI que parece asolar toda clase de artes y comunicaciones plausibles.
No podemos asegurar que se haya cumplido el objetivo de lleno, pero nos parece innegable asumir unos resultados que se asientan muy probablemente en el trabajo y en la constancia, valores actualmente denostados por ciertos artistas, adeptos irredentos de la improvisación y de la productividad insana y superpoblada. En contra de esta teología de la liberación mal entendida, los músicos de Spanking Machine se han entregado primeramente a la meditación, a la planificación, y al sano prurito de lo ambicionado o de la codicia, codiciar algo que ven en otros, desear con toda la razón parecerse a otras bandas admirables.
Éstas son las bases para edificar un futuro proyecto de interés más que notable: detenerse a cada momento necesario, buscar y evaluar distintas opciones para escoger la más imprudente; currarse, en definitivas cuentas, un disco canción a canción, con todo lo de peligroso y dañino que esto pueda tener. Porque “Now lie in it” descansa sobre materiales reconocibles, pero se orquesta desde cierto arrojo impenitente que le confiere un encanto propio e inalienable, alter ego de nuestra Maetrisse Victoria, voz de dementes tonalidades curvilíneas infectada con cierta lateralidad irremediable, desencajada y hermosa; tal vez lo más interesante del Azote, y posiblemente, deudora de los momentos más insanos de Siouxsie.
Entonces, ¿qué diablos tenemos en nuestras manos? Sabemos que el lector, llegado a este punto –y gracias por haber soportado tanta barrumbada– se plantea esta pregunta irritado. Tenemos, querido consumidor, una voz peculiar, aunque no garante de exclusividad, de quien podríamos catalogar como voluptuosa niña bruja con todas las de la ley. Tenemos unas cuantas dosis (tampoco excesivas) de locura que harán a las melodías resbalar untuosamente por entre el andamiaje electrónico para, en algunas ocasiones, alzar el vuelo desafiando la lógica de las armonías más elementales. Tenemos, también sea dicho, una labor de secuenciadores francamente meritoria, deliciosamente repetitiva, con un corpus sólido y fantásticamente masterizado, llevado a derroteros insólitos en los estribillos, y tenemos unos ritmos de indubitable carácter industrial, fuertes, aguerridos, con exceso tal vez de cajas ecualizadas en registros garrafalmente agudos.
Pero no está mal, no está mal. Lo cierto es que el resultado final es muy respetable; se nota el trabajo de unos músicos con ambición y con ganas de hacer cosas. Se puede intuir en sus sonidos el estilo americano muy del estilo de unos primeros Ministry o My Life With the Thrill Kill Kult, todo collage y samplers sobre la marcha, y cambiar las cosas de sitio... Sin excederse, no vayamos a pasarnos tres pueblos y no haya quien nos compre el disco. Pero bien. Se trataba de consolidarse con algo más que ropa de latex y botas con plataforma, y ahí han dado en la diana. El disco consigue suscitar cierto interés gracias a esta mezcolanza, hace que el oyente se centre y se descentre continuamente, causa cierto vértigo visible. Es estupendo poder nublarse por dentro, encenderse y agitarse en la frialdad de una farola en mitad de la noche cual luciérnaga desmembrada. Y poco más que decir. Escuchen ustedes el tema 10, ‘Rectify’, y opinen, que no parezca que aquí estamos sentado cátedra.
No podemos asegurar que se haya cumplido el objetivo de lleno, pero nos parece innegable asumir unos resultados que se asientan muy probablemente en el 
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