www.mentenebre.com: The Wyrm

The Wyrm, que encontró la forma de enraizarse al mundo con apariencia de humano en España, presentó en el año anterior un trabajo al que tituló "Cradle Songs", en el que maneja conceptos Dark Ambient retocados bruscamente con sampleos industriales.
The Wyrm - "Cradle Songs"

Lo primordial dentro de este tipo de géneros es la creación de ambientes y unirlos a historias sugeridas tanto por el título de la canción (o conjunto desarmónico de ruidos, como les plazca llamarles), como por las atmósferas que envuelven la trama, cosa bien lograda por The Wyrm en su trabajo "Cradle Songs".

"Cradle Songs" nos ofrece siete piezas que en realidad no armonizan unas con otras, o sea, que no llevan un hilo conductor que no sea otro que la antesala a placenteros sueños. Aquí me detengo para aclarar que a quienes somos fanáticos del género, los buenos sueños están compuestos de parajes desolados, húmedos o extrasecos, oscuridad, frío, alimañas y esa tranquilidad que dista mucho de traernos la paz que los hippies encuentran en la marihuana. Es por eso que The Wyrm crea, para deleite del escucha, siete pedazos de sueños que se revuelcan entre la locura, la desolación y la ininteligible desazón de la vida cotidiana.
The Wyrm - "Cradle Songs"

La canción que llama mi atención de manera obsena es 'No Tengo Mamá', en la cual un niño con voz llorosa reza que no tiene mamá. Y lo que me atrae de ella es que, en lugar de compadecerlo me da gusto que no tenga madre, me irrita al grado de gozar con su sufrimiento, logra conectarme con el monstruo ni tan interior que procuro esconder, pero que mientras pasan los días se me asoma de manera obvia por los ojos. 'Osa de la Vega-El Cepa está vivo', cuenta con un grave error dentro del movimiento ambientalista-oscuro: las sobadísimas campanadas. Pinta mal, sin embargo, las mismas se van perdiendo en un mar de confesiones propagandísticas pesimistas que tal parece que uno está en un mercado en el que se comercia con vivos y muertos por igual. La confusión nos lleva a desoír las mareadoras campanadas y todo, gracias a Dios, se vuelve un caos. La canción comienza mala, en el mal sentido de la palabra, y termina siendo más mala, pero en el buen sentido del argot dark ambient.

"Cradle Songs", cuenta con interesantísimos temas condimentados con voces desconocidas que se escurren al oído con repugnante facilidad. Lo único criticable del trabajo es el lapso que dura. Es demasiado corto como para disfrutarse en la plenitud de la noche, porque su duración es precoz, y un poco más de temas, le hubiera ayudado a obtener un cuerpo tan denso como hubiese requerido. O quizás está dedicado para aquellos que logran adentrarse a los brazos de morfeo con facilidad y no para nosotros que llevamos el dormir a un malsano arte de perder la consciencia de a poquito para disfrutar al puro estilo de Isolde.

"Cradle Songs", es la voz de una España que, inconforme con recibir voces extranjeras que le discuten, arguyen y enseñan cómo es la oscuridad en otros mundos, levanta una propia cuyo fin es testificar el cómo se vive a oscuras en la tierra que vio surgir el idioma español y, a diferencia de otros, grita entre dientes aquella letra que tan perfectamente viene a colación como ejemplo de lo que se pretende informar: Ñ.

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The Wyrm - "Cradle Songs"